La danza es una de las siete bellas artes y no es para menos. Ya sea por su narrativa, contenido estético o simbología, desde tiempos remotos ha sido parte de la cultura humana.
Ya sea que el baile fuera parte de un ritual o una forma de entretenimiento, estos movimientos han sabido maravillarnos por su belleza, su audacia e impresionarnos por la fortaleza y esfuerzo físico que se requiere para la mayoría.
No importa si es ballet, jazz, hip-hop, cumbia, salsa, flamenco o bailes africanos, cada uno es bello por lo que representa como medio de expresión (menos el regeatton, ése no tiene nada de estético).
De por sí una coreografía ya cuenta con ciertos elementos que la hacen complicada en el piso, imagínense un baile con arneses en las paredes de un edificio. ¡¿Quéeee?! Uno apenas y sobrevive al “Payaso de rodeo” en los XV años.
Los participantes de este baile son los bailarines Amelia Rudolph y Roel Seeber, que son parte de la compañía de danza Bandaloop, quienes llamaron a su perfomance “Waltz on the Wall”, en el City Hall de Oakland.
Esta compañía se especializa en danza vertical o suspendida, que da a los bailarines una libertad increíble para moverse en el aire. Las imágenes fueron tomadas con una GoPro.