Esta mañana la Reina Beatriz de Holanda ha firmado en el palacio real de Amsterdam el Acta de Abdicación, es decir ha dejado el trono y el nuevo rey de Holanda es su hijo Williem-Alexander.
Después de treinta años de reinado, hoy la reina ha firmado su abdicación a favor de su hijo (a diferencia de la reina Isabel II de Inglaterra que parece que no dejará probar las delicias de la monarquía al suyo). Después de firmar la reina firmaron los representantes de Aruba, Curazao y Sint Maarten (las antiguas colonias de Holanda del Caribe).
Después de la abdicación los nuevos reyes de Holanda han salido al balcón a saludar su pueblo. El rey tiene tres hijas: Amalia, Alexia y Ariana. Amalia es la primogénita y será la primera Princesa de Orange en 200 años de monarquía (el título estaba reservado solamente para varones hasta que la ley fue cambiada en el 2002).
En uno de sus últimos discursos, la reina dijo:
«En la entronización el rey jura la Constitución para proteger la libertad. Las leyes democráticas son sancionadas por el rey y él estimula la sociedad y a todos sus grupos. El poder o la ambición personal no pueden dotar hoy de contenido a la Monarquía, que solo puede existir como servicio a la comunidad»
El nuevo rey de Holanda tiene 46 años y es el primero de su generación en acceder al trono (además es el primer varón en gobernar después de 120 años de gobierno por parte de monarcas mujeres en Holanda). En su entronización (en Holanda no se estila el término «coronación»), Williem-Alexander ha jurado mantener los principios de la Constitución, defender la independencia del reino, la libertad y los derechos de los holandeses, además de promover la prosperidad del pueblo. Simbólicamente los miembros del Gobierno han jurado lealtad al nuevo rey.
Alrededor de 25 000 personas (todas ellas de naranja, el color de la casa de Orange) han saludado a su nuevo rey. Además el nuevo monarca aseguró una continuidad de la obra de su madre:
«Quiero ser un rey que es, ante todo tradicional, construido en la tradición de mis predecesores, que es sinónimo de continuidad y también para la estabilidad del país… pero también un rey que en el siglo 21 puede unir y representar a la sociedad en su conjunto»
Esto tras la aparente crisis de las monarquías europeas (La baja popularidad que tienen entre la sociedad, impulsada con cosas como los últimos escándalos en la casa real española, o la tendencia a la claridad fiscal –transparencia en inversiones, gastos y ganancias– de las monarquías Nórdicas –Suecia, Noruega y Dinamarca–). Además, para estar ad hoc con la nueva usanza la nueva reina consorte es una plebeya, de origen argentino su nombre es Máxima Zorreguieta (¡Ah para apellido!) y cuyo padre estuvo involucrado en la dictadura Argentina (por tal motivo no fue invitado ni a la coronación, ni a la boda). La cesión de la corona costará unos 11 millones de euros (cada vez que uno lee cosas de la monarquía europea nunca hay que olvidar la crisis económica que sufre Europa actualmente. A pesar de que la antigua reina ha huido de los escándalos, tuvieron los nuevos reyes uno relacionado con la crisis, ya que se compraron una villa en Mozambique, y ante la mala opinión pública tuvieron que venderla).
Pero Williem y Máxima son de una nueva generación con un tipo de educación diferente a la de sus padres. La reina consorte, Máxima, mantendrá, después de su entronización, su labor como asesora y embajadora de Naciones Unidas en materia de financiación y microcréditos (además de que seguirá como enlace entre las Naciones Unidas y el G-20, el grupo de las veinte economías más grandes del mundo…en el cual, por extraño que les parezca, estamos).
Pero no todo es miel sobre hojuelas, el rey no gobernará sólo, la monarquía holandesa es constitucional y hay 14 diputados que no están dispuestos a jurar lealtad al rey, a la vez de dos senadores (dicen que es redundante jurar lealtad a su país si ya tienen un escaño, como si ser diputado y senador del país no fuera suficiente compromiso).
Además del apoyo de algunos, hubo también manifestaciones en contra de la monarquía. Un grupo de personas con camisas blancas portaban el letrero:
«La monarquía es una enfermedad de transmisión sexual»
Un holandés llamado Jan Dikkers dijo que él había salido para mostrar su descontento por la entronización de Williem-Alexander, al que, asegura, la gente sólo tolera por «gente como su esposa»
Pero hay algo curioso dentro de todo esto, al parecer los argentinos andan con todo, si no es su astro del futbol Messi, es un papa en el Vaticano y ahora una reina en Europa ¿Qué será después?
Aquí tenemos algunas fotografías provenientes de las amplias y vistosas galerías del País y del HuffPost, Süddeutsche y del Nacional.
