Tuvimos que esperar hasta la recta final del año para que EA Games relanzara el segundo título del año de “Need For Speed: Most Wanted” (el primero fue “Need For Speed: The Run”). Pero nos tuvimos que esperar todavía más para poderlo probar. Éstas son nuestras impresiones.
Este videojuego no tiene una historia especial, de hecho es bastante plana. El jugador es introducido a un mundo de carreras clandestinas, donde tendrá que empezar desde lo más bajo de los competidores, con carros deportivos decentes, pero nada verdaderamente poderoso.
Conforme el jugador va ganando las carreras, podrá abrir competencias más difíciles contra otros competidores más experimentados y carros más potentes. Pero nunca hay una convivencia directa con los rivales. Lo más cercano a esa convivencia es cuando el jugador derrota en carrera a uno de los distinguidos competidores. El juego da la oportunidad de perseguirlos, golpear su carro hasta que sea inútil y finalmente quitárselo.
Desafortunadamente la historia, la cual podría darle más importancia a todo lo que el jugador hace en el juego, es muy lineal y plana, así que el juego básicamente se limita a correr los carros. Sin embargo, si lo que les interesa es correr y ya, no tendrán ningún problema con la narrativa.
Además de quitarle carros a los rivales, con cada carrera que uno va ganando, le dan créditos, piezas y carros. Esos créditos le servirán al jugador para desbloquear más piezas.
Pero el rival no es el único que puede desbaratar su auto, pues el jugador también podrá ser arrestado o desbaratado de tantos golpes. Los muchachos de la desarrolladora, Criterion Games, decidieron que sólo se podrá detener la carrera si te detienen, sin embargo no hay multa ni alguna clase de castigo. Si el jugador choca, no pasa nada, en cuestión de segundos uno regresa a la pista listo para correr. Ésto puede sonar como algo bueno, pero el hecho de que no haya un castigo por los errores del jugador hace que la destreza que se exige para manejar en el juego no sea tan importante.
El juego, en el cual tienen a su disposición más de 50 modelos distintos de carros, ofrece una gran variedad de pistas, dónde tendrás la posibilidad de correr tranquilamente contra otros carros o con la presión de la policía tratando de detener la competencia. Si no les interesa competir, no se preocupen, hay una ciudad entera para manejar tranquilamente, sin la necesidad de estar en una carrera.
Por otro lado, hay algunos que podrán ser buenos jugadores y fáciles de adaptarse a los controles, pero si son nuevos en los videojuegos, o por lo menos en los de carreras, competir puede ser difícil. No sólo se tienen que enfocar en lo que hace el otro para saber como van a ganar, sino que también tendrán que estar muy pendientes del mapa y la pista. En la pantalla no podrán ver por donde va la pista, no hay ninguna flecha ni nada que los guíe, así que tendrán que fijarse totalmente en el mapa para entender por donde hay que ir. Si no pueden ver el mapa, la pantalla y a los otros carros durante una carrera, se verán obligados a repetirla varias veces.
Sin embargo, así como el título anterior, presentado en el primer trimestre del 2012, la posibilidad de personalizar tu carro es muy limitada. Uno le puede mover a la carrocería lo básico para un carro de carreras, por ejemplo, colocarle alerones. Pero no se puede escoger un color de pintura fijo ni agregar nada “pimp” como hubo alguna vez en entregas pasadas, que aunque no fueran necesarias y a veces eran poco agradables, era divertido tener la posibilidad de personalizar cada cosa del carro.
Las gráficas, los videos y la inteligencia artificial de los competidores compensan los problemas del juego.
Este título aprovecha que no hay caras, ni ropa, ni nada que detallar, para enfocarse en las gráficas de los vehículos, la ambientación y paisajes. Les podemos decir que a pesar de que el juego corre en plataformas de hace tantos años, los detalles visuales y las gráficas son impresionantes.
Lo que si divierte bastante son los videos introductorios antes de cada carrera, donde aparecen imágenes psicodélicas de colores alterados, ruedas gigantes formadas por patrullas, carros voladores y más. No es gran cosa para el juego, pero resulta un detalle divertido.
Finalmente, la inteligencia artificial de los competidores hacen las carreras muy divertidas. Ahora, a la mitad de la carrera se ponen sucios y te pueden chocar con la esperanza de que uno se embarre contra un muro o se salga de la pista. Esto hace que cada carrera sea muy intensa. Pero ya ustedes nos contarán que tal.
El juego es divertido, pero quizá los muchachos de Criterion Games e EA Games pudieron haberle sacado mucho más jugo a su entrega. De cualquier modo se la pasarán bien. Para que se hagan una mejor idea de como se ve el título, les dejamos el trailer.