La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció que pedirá al Legislativo que uno de los máximos reconocimientos del Estado sea para el destacado científico Mario Molina, esto, a unos días de su sensible fallecimiento.
Lo anterior fue anunciado por el rector de la máxima casa de estudios, Enrique Graue, durante el homenaje póstumo que, de manera virtual, se le rindió a Mario Molina Pasquel, Premio Nobel de Química en 1995.
“De vivir sin protagonismos, pero con firmeza; de luchar con tesón y perseverancia por metas por más que parecieran ser inalcanzables; y de poseer esa sencillez que solo la dan la sabiduría y la fuerza emocional. Ese es el Mario Molina que se queda para siempre en las páginas de la Universidad Nacional Autónoma de México”, señaló el rector de la Universidad.
Durante la ceremonia virtual, Graue anunció que, a partir de ahora, la UNAM promoverá que el Senado de la República conceda a Molina la medalla Belisario Domínguez, máxima presea que otorga la nación y a la cual se han hecho acreedores personajes como Jaime Torres Bodet, Rufino Tamayo, Carlos Fuentes y más recientemente Julia Carabias, Carlos Payán y Rosario Ibarra de Piedra.
México y el mundo académico “están consternados por su ausencia, particularmente en estos momentos, en los cuales la investigación y el quehacer académico se ven relegados en prioridades y parecen no tener certidumbre”, señaló el rector de la UNAM durante la ceremonia virtual en la que participaron los exrectores de la máxima casa de estudios, José Sarukhán Kermez y Francisco Barnés de Castro.
Molina, Nobel de Química 1995
Mario Molina falleció el pasado 7 de octubre a causa de un paro cardiaco. Nacido en 1943 en la Ciudad de México, Molina egresó de la UNAM para después realizar estudios en la Universidad de Friburgo, Alemania. Además, obtuvo un doctorado de la Universidad de California, Berkeley.
En 1995 fue merecedor del Premio Nobel de Química debido a sus estudios que demuestran el daño que las emisiones de ciertos gases industriales hacen a la capa de ozono. Con esto, se colocó como uno de los pioneros de la investigación sobre el calentamiento global a nivel mundial.
Con estas credenciales, lo que luce increíble es que no se le haya concedido la medalla Belisario Domínguez anteriormente. Lo mismo que el recientemente fallecido exrector de la UNAM, Guillermo Soberón, quien durante su gestión fortaleció la autonomía universitaria, además de impulsar la creación de las cinco escuelas nacionales y el surgimiento del Centro Cultural Universitario.
Muere Guillermo Soberón, exrector de la UNAM e impulsor del derecho a la salud en la Constitución