Para que los vayan conociendo, este 27 de marzo, desde Tijuana —donde López Obrador anda de gira—, se dieron a conocer los uniformes que utilizarán los efectivos de la Guardia Nacional.
La presentación fue hecha por el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, el general Luis Cresencio Sandoval, quien distinguió dos modalidades de los coquetones conjuntos que utilizarán los miembros de la nueva fuerza de seguridad: el de campo y el de aproximación.
El primero es el que vestirá el personal desplegado en las coordinaciones regionales y consiste en un uniforme con tonos claro, el cual posee un brazalete en el que se distingue el nombre de la fuerza… y bueno, nada que no se haya visto con anterioridad.
Lo que si cae de novedad es el uniforme que utilizarán los elementos de “proximidad” de la Guardia Nacional que, como su nombre lo indica, es la vestimenta que portará el personal que tenga contacto con la sociedad, para llevar a cabo la actividad policial. Se trata de un uniforme con chamarra y pantalón oscuro, con camisa en color más o menos beige y una cábula cachucha con una cinta cuadriculada blanco y negro.
Lo que realmente impresionó (a nadie) fue la versatilidad de la chamarra del uniforme de proximidad: con cierres por todos lados, que abren hacia arriba y hacia abajo y que, aunque muchos pensarían que no sirven para nada, pues son para que el efectivo pueda rifársela (si es necesario) sin sufrir las inclemencias del clima. “Los cierres permiten emplear las herramientas que trae a su disposición para cumplir su tarea de manera sencilla, rápida y fácil”.
El general Sandoval destacó que los uniformes de la Guardia Nacional son 100% producto nacional… es decir, fueron confeccionados en talleres del país, específicamente en instalaciones de la Sedena. “No tuvimos necesidad de adquirir ningún tipo de implemento para el uniforme, todo se fabrica en nuestras fábricas de vestuario. Solamente adquirimos la materia prima para producirlo”, explicó.
Los modelos presentados en la conferencia mañanera nomás fueron pa’ que el presidente se apropie de la personalidad de Karl Lagerfeld y les dé el visto bueno. En cuanto el Ejecutivo diga se empezarán a producir los uniformes, con la expectativa de tenerlos listos en mes y medio.