El gobierno de AMLO ya firmó una carta de intención para comprar la vacuna desarrollada por Pfizer peeeeero hay un detalle del que depende la firma del mero mero contrato con la farmacéutica y, por ende, la llegada del producto a nuestro país: la red de ultracongelación.
¿Qué es? y ¿por qué es tan importante? En la confe de la Secretaría de Salud del 12 de noviembre, Hugo López-Gatell fue cuestionado sobre el plan que México tiene para garantizar la conservación de la vacuna desarrollada por Pfizer, pues esta debe conservarse a una temperatura entre -70 y -80 grados… y para eso el gobierno de AMLO necesita una cadena de frío, una cadena de ultraconservación.
Se supone que con esta cadena se podrá transportar y almacenar las vacunas contra el COVID-19 en todos los estados del país. ¿México cuenta con esta red?
“La respuesta es no. México no tiene una red de ultracongelación“, dijo el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, para después explicar que ningún país cuenta con esta cadena —ni Estados Unidos, enfatizó.
La vacuna contra el COVID-19
¿Entonces? El subsecretario de Salud recordó que el gobierno de AMLO aún no firma el contrato para la compra de la vacuna contra el coronavirus y la firma depende —entre otras cosas— de qué tan realista es la posibilidad de garantizar la red de ultracongelación que dé chance de llevar en tiempo y forma la vacuna.
Sin embargo, este detalle no es motivo para causar alerta o alarma, según López-Gatell. Lo que sí es que el proceso de la compra de la vacuna y la logística de su distribución debe checarse con lupa y cautela.
La red de ultracongelación
Va de nuez: la red de ultracongelación permite el almacenamiento —de tamaño industrial— y la transportación de la vacuna contra el COVID-19.
Su importancia radica en que la vacuna que Pfizer y BionTech —el lado alemán— están desarrollando requiere de una tecnología súper distinta a otras vacunas.
“Y requiere que el producto, un frasquito en la que se encuentra almacenada esté congelado a 70 grados centígrados por debajo de cero, y tiene que estar durante todo su procesamiento. Y solamente durante los últimos cinco días antes de ser usada, se puede descongelar. Es decir, a partir de que se descongela sólo restan cinco días máximo para que se utilice”, precisó López-Gatell.
Si se tratara de un puñado de dosis, el almacenamiento de la vacuna no sería un reto, porque en cinco días el gobierno tendría el tiempo suficiente para distribuirlas y usarlas.
Peeeeeero aquí se habla de millones de dosis, entonces el gobierno de AMLO debe garantizar que cuenta con una capacidad de almacenamiento para distribuirla en los 32 estados del país.
“Este es un reto muy grande, la Organización Mundial de la Salud ya lo ha expresado, todos los países, si es que quieren utilizar esta vacuna, deberían considerar que no pueden adquirirla a menos que haya una red no de refrigeración, sino de ultracongelación”, dijo.
Además de la red, el gobierno debe pensar en la capacitación del personal que lo maneje y en una tecnología que garantice la demanda de energía eléctrica.
Por lo pronto, Hugo López-Gatell dijo que el gobierno de AMLO está evaluando la vacuna de Pfizer con respecto otras posibles vacunas para su inversión —tanto en dinero, tiempo y personal.
Así que no es sólo el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus, lo que interesa a los gobiernos, sino el siguiente paso: cómo se almacenará y distribuirá.