Como les informamos hace unos días, con todo y presencia de la Policía Federal y el Ejército, la inseguridad en Guerrero no ha aminorado, por ellos, más de 100 escuelas en Acapulco han optado por continuar en paro de labores ya que no existen las condiciones para que alumnos y profesores reanuden las clases que han sido suspendidas desde noviembre pasado.
Acapulco, Costa Grande y Tierra caliente, son las regiones más afectadas por la presencia del crimen organizado, y aunque toda la población sufre la situación el sector magisterial acusa que sobre ellos es que la violencia se ha desatado más: hay casos de compañeros asesinados y de compañeras violadas, y lo peor es que se sigue extorsionando, lo que ha provocado que en Acapulco se hayan suspendido clases”.
Lo anterior es comentado por Ramos Reyes Guerrero, dirigente de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg), quien asegura que se vive “un vandalismo contra el magisterio de Guerrero, que va contra la Ceteg, ayer lo vivimos en la caseta de cobro de Palo Blanco, de la Autopista del Sol: a las 20:30 horas había un grupo que actuaba (pedía cooperación) a nombre de la Ceteg, ahora habrá qué imaginar qué sucede en las escuelas de Acapulco”.
Estas declaraciones quizás podrían vincularse con las recientes denuncias realizadas por el gobernador del estado, Rogelio Ortega Martínez, quien acusó que hay personas se aprovechan de la tragedia de los normalistas al realizar la toma de casetas y pedir a los automovilistas cooperar con su movimiento: “es un atraco”.
Pero además de solicitar cooperaciones a nombre de la Ceteg o del movimiento pro normalistas, Reyes Guerrero acusa que hay profesores asesinados “debido a que se negaron a aportar su cooperación o cuota”. Ante esta situación han solicitado apoyo del gobierno federal y estatal, pero hasta el momento no han tenido respuesta.
El acoso contra maestros es tal que además de suspender clases muchos integrantes del magisterio han optado por mejor abandonar su plaza de trabajo “porque no quieren cubrir las vacantes de los pueblos de la sierra, región donde la situación ha llegado a niveles preocupantes: “ya no ha habido encuentros culturales y deportivos, del Himno Nacional, de danza, de poesía, porque los mismos padres de familia, por temor, no dan permiso a los niños de asistir, porque saben que hay riesgo de violencia”.
Y como ya es costumbre, ante los problemas brilla la ausencia de las autoridades: “Nunca un secretario de Educación ha visitado esa zona (…) Incluso a los médicos no los dejan pasar para realizar sus campañas de vacunación”… claro, en los próximos meses esta situación podría cambiar… y no por la atención que los políticos quieren poner a la problemática… sino porque “los gobiernos sólo utilizan a los pueblos cuando necesitan votos, tienen olvidada la sierra y ahí están las consecuencias”.