Como muchos ya sospechaban, el gobierno de Nicolás Maduro al reprehender las manifestaciones opositoras hace algo más que pedirles de favorcito que se vayan a su casa. Y aunque la situación ha sido denunciada en reiteradas ocasiones por quienes han sentido en carne propia cómo les hacen manita de puerco, es ahora la Organización de Naciones Unidas las que ponen énfasis en el problema.
De acuerdo con la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), las fuerzas de Venezuela han incurrido en maltrato y tortura como práctica generalizada contra manifestantes y detenidos. Además, acusó que es el gobierno de Maduro es el responsable de por lo menos 46 de las 124 muertes que han ocurrido en el marco de las manifestaciones… y, por si fuera poco, ha realizado –mínimo– 5 mil detenciones arbitrarias. Otras 27 podrían ser achacadas a los llamados “colectivos armados”. El resto de las muertes “no está claro quién las perpetró”.
Para los señalamientos hechos desde Ginebra, el ACNUDH se basó en entrevistas realizadas a distancia por un equipo de expertos en derechos humanos. Las conclusiones de éstas “indican la existencia de un patrón de otras violaciones de derechos humanos, que abarcan allanamientos violentos de viviendas, torturas y malos tratos a las personas detenidas en relación con las protestas”, señala un comunicado emitido por el organismo internacional.
De acuerdo con Naciones Unidas, la razón por la que se aventaron su evaluación a distancia fue por la falta de respuesta de las autoridades venezolanas a sus peticiones de acceso. Así que, ya que no pudieron trasladarse directamente a la tierra de los guarimberos, entonces se recopilaron 135 entrevistas hechas a “víctimas y familiares, testigos, miembros de organizaciones de la sociedad civil, periodistas, abogados, médicos paramédicos y un funcionario de la oficina de la Fiscal General. También recibió información por escrito de la oficina del Defensor del Pueblo”, detalla el texto.
Para señalar que a las fuerzas venezolanas se les ha pasado la mano al momento de darles una probadita de realidad a los opositores, Naciones Unidas tomó en consideración el hecho de que a la hora de imponer el orden las fuerzas de seguridad han recurrido a disparar gases lacrimógenos y perdigones… así, sin decir “agua va” y a muy corta distancia.
Lo que creen los testigos es que la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana está siendo utilizada por la administración de Maduro para inspirar miedo y evitar que los manifestantes se reúnan para llegar ante las instituciones a presentar sus peticiones. Obviamente, son muy escasas las ocasiones en que las instancias gubernamentales han condenado la fuerza que aplican la autoridad, muchas veces llegando a ser “fuerza letal” contra los manifestantes.
Pero bueno, lo anterior va con relación a los manifestantes. Cuando ya se tienen detenidos, se aplican otros métodos no tan sutiles: “choques eléctricos, golpizas en las que han empleado hasta los cascos y las porras, mientras los detenidos estaban esposados, la práctica de colgar a los reos de las muñecas durante periodos prolongados, asfixiarlos con gases y amenazarlos con la muerte –y en algunos casos con la violencia sexual– a ellos y a sus familiares.
Aunque no hay datos oficiales, se estima que desde que comenzaron las manifestaciones (por ahí del 1 de abril) hasta la fecha, más de 5 mil personas han sido víctimas de detenciones arbitrarias, de las cuales mil continúan bajo resguardo de las autoridades.
Y de todo esto, “no hay indicios de que esa actuación vaya a cesar”, lamenta el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein.