Como buen “Secretario de Finanzas del Año” que es, Luis Videgaray tiene el olfato bien amaestrado para detectar que la actual situación social que atraviesa México definitivamente en nada le servirá para atraer inversionistas extranjeros, por lo tanto expresó su preocupación… no por la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa, sino por la marmaja que dejará de percibir el país. Él a su chamba.
“Hechos tan graves como éste pueden tener un efecto sobre la percepción de país en general, sobre la comunidad económica y la comunidad inversionista”.
Lo anterior fue dicho por el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público durante una conferencia de prensa que se dio tras la reunión de gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Bueno, después reaccionó y se dio cuenta que preocuparse más por el efectivo que por la lamentable situación de los normalistas como que tampoco ayudaba a dar buena imagen ante empresarios y corrigió, expresando que lo que más le preocupa es el impacto que estos hechos violentos tienen sobre la población civil, la cual es la más afectada, señaló.
“Mucho más grave que ello (el impacto en la inversión extranjera), es que afectan la vida, afectan los derechos humanos de aquellos que han sido víctimas de estos gravísimos, lamentables y absolutamente inaceptables hechos”.
Mientras está en Washington para asistir a reuniones del FMI y el Banco Mundial Videgaray seguramente explicará hasta más no poder la preocupación del gobierno federal en dar con el paradero de los 43 estudiantes que desde hace dos semanas están en calidad de desaparecidos, luego de la persecución de la que fueron objeto por miembros de la policía local de Iguala y supuestos miembros de un grupo delictivo.
Durante su comparecencia ante medios el secretario de Hacienda también señaló que el gobierno de México ha intervenido con sus elementos para restaurar el orden en las zonas afectadas, por lo que se puede considerar que la administración de Enrique Peña Nieto tiene como prioridad “establecer un México en Paz”.
Para su suerte los únicos interesados en el tema Iguala son los medios de comunicación, ya que –comentó- en los diálogos que ha sostenido con funcionarios de otros países no se ha tocado el asunto. Ellos a su chamba.