Cuando llegó María Elena Morera a la cabina de #SopitasXAireLibre la conversación se fue directo a lo complicado que puede ser entender a la policía: los ciudadanos estamos acostumbrados a tratar con su burocracia, con algunos malos tratos y hasta con sus mordidas… pero la situación que tratamos esta mañana requiere empatía, mucha, para acercarse a un problema secreto en la vida de las mujeres que trabajan todos los días en la procuración de justicia en México.
La directora de la organización Causa en Común estaba con nosotros para platicar de un estudio que acaban de presentar, un estudio en el que se destapó la situación actual de violencia de género en un lugar inesperado: las corporaciones de policía.
El estudio lo pueden leer en su página oficial (AQUÍ) pero las conclusiones de su directora y del documento en general llegan a ser desgarradoras: en tan solo 14 cuartillas le toman una radiografía a la violencia que sufren las mujeres policías en una institución tan vertical —donde los hombres tienen tanto poder— que no permite siquiera que se quejen de la situación diaria.
Rodeados de algunos comentarios dolorosas, el tema de esta mañana fue un buen momento de abrir los ojos ante una situación que normalmente pasaría desapercibida. Ésta es una cita textual del estudio:
“Un compañero golpeó a una compañera. Y realmente yo no vi que hicieran nada en la corporación para sancionarlo. Nada. Mejor la compañera optó por poner tierra de por medio y protegerse en un servicio donde no estuviera expuesta, para que esta persona no la estuviera molestando”.
Además de la violencia física, las mujeres policía de México se quejan de otros tipos de agresiones en las corporaciones nacionales: comentarios lascivos, tocamientos, acoso, intentos de violación e incluso, denuncian, que hay grupos de Facebook donde sus compañeros comparten sus fotografías íntimas.
La plática de esta mañana en #SopitasXAireLibre se puso muy interesante y vale la pena echarle un ojo… bueno, una oreja: