Un empleado de la empresa encargada de fabricar el juego de Angry Birds decidió hacer más jocosa la experiencia del sano esparcimiento, pero se le paso la mano.
En Canadá fueron descubiertas bolsitas con marihuana, esto en el interior del inofensivo juego de los Angry Birds. El hallazgo fue hecho el pasado viernes por un niño de kindergarden cuya familia había hecho la compra en una tienda Target, ubicada en Ontario.
Aunque sólo le costó 5 dólares el juguete, el valor aproximado de la mota encontrada entre las piezas de plástico es de 800 dólares, pero ni así la familia quedó contenta, por lo que están solicitando a la línea de juguetes perteneciente a Hasbro que realice la investigación pertinente.
“Esa noche mi hijo quedó horrorizado”, comenta Monika Milewska, madre del menor “¿qué era eso que estaba en su juguete?, ¿quién lo puso?” y más preguntas.
Como es debido, la familia se fumó un churro y se puso a darle a los cerditos reportó el incidente a las autoridades, quienes a ojo de buen cubero calcularon que los paquetes contenía en total unos 85 gramos de la que hace toser… algo así como 800 dólares en mercancía.
Ansiosos (por resolver el delito) los policías fueron a inspeccionar los demás juguetes que había en la tienda, a ver si de pura casualidad se encontraban otro paquetito… pero nada. Para resarcir el daño, la tienda le cambio al niño su juego pachecón por uno apto para menores.
No es la primera vez que juguetes y drogas se mezclan: el mes pasado, en Kansas, una mujer fue arrestada por andar ocultando metanfetaminas, marihuana y píldoras de prescripción médica entre los juguetes de su hijo. En septiembre otra mujer puso una bolsa con metanfetaminas en un peluche de su hija… y así.