Hace algunos años, una bestia mítica mataba a gallinas, vacas y cabras succionándoles la sangre mediante dos agujeros en el cuello, o en el cogote. Nadie se explicaba qué era o de dónde provenía. Algunos decían que era una bestia con cuerpo de perro llegada del mismísimo infierno; otros pensaban que una clase de murciélago era el criminal.
Tras los continuos ataques a los animales de ganado, en México y en algunas partes de Estados Unidos, alguien muy creativo decidió llamar a esta criatura como el “Chupacabras”. Y para corroborar esto, la nutrióloga Phylis Canion, cuya hogar está en Texas, confesó tener unas imágenes para descubrir a este animal “mítico”.
De acuerdo a la mujer, que por cierto tiene un rancho en Cuero, Texas, tiene una serie de imágenes que revelan la identidad del causante de la muerte de varias de sus gallinas. Cada vez que encontrábamos a una gallina muerta, tenía el cogote abierto, le dijo a un medio local en una entrevista.
(Y aquí es donde se viene lo bueno, lo digno de X-Files).
Ella perdió a 28 de sus gallinas, pero no encontró sangre en alguna dellas y posteriormente, lo que halló fue ¡Un perro de color azul!… WTF?!
No se parecía a ningún animal que hubiera visto antes. Pesaba unas 40 libras y tenía ojos azules dilatados, un hocico con una mordida profunda, y con una piel parecida a la de un elefante.
Tal confesión causó un revuelo a nivel internacional y Phylis Canion no dejó pasar la oportunidad de vender algunas camisetas con la leyenda: “2007: el verano del Chupacabras. Cuero, Texas”, junto con la fotogaría de la criatura.
Se han de estar preguntando: “bueno, ¿cómo es que luce este dizque Chupacabras”?
Pues así:
Tiene cara de un Xolo, o de un dingo, ¿no?
Lo cierto es que habrá que investigar a este clase de animal…