Hace unos días la NASA lanzó el cohete Minotaur V. Como ya es tradición en estos casos, las maniobras de despegue fueron seguidas por varios medios. En apariencia todo había resultado normal, hasta que en una de las fotos apareció algo que desconcertó a todos: una rana… voladora
Al revisar las muchas imágenes del lanzamiento apareció la silueta de una rana volando por los cielos, lo cual ha generado desde chistes hasta varias hipótesis sobre la presencia de ese anfibio. Lo cierto es que la foto ya le dio la vuelta al mundo.
El lanzamiento ocurrió en las islas Wallops Flight Facility, en el estado de Virginia, y de acuerdo a la teoría más aceptada, esta rana se encontraba en una piscina ubicada muy cerca de la plataforma de lanzamiento y cuya función es almacenar agua para abastecer el sistema de rociadores de alta presión.
La pobre rana seguramente había encontrado en esa piscina un lugar húmedo y fresco para vivir hasta que a los humanos se les ocurrió molestarla. Por desgracia el paradero y estado de la rana es incierto.
¿Habrá querido ir al espacio? ¿Acaso ella u otra de sus hermanas ranas se habrán logrado colar abordo? ¿Habrá querido escapar del planeta por aquello del aumento del IVA al alimento de mascotas propuesto por la Reforma Hacendaría?
Y nadie hace nada.