Si de cuestiones sexuales hablamos, el “tamaño” siempre ha generado interés y preocupación entre las personas. Generalmente la atención recae en las dimensiones del pene en el caso de los hombres, y de los senos en el caso de las mujeres.
Sin embargo nadie pela a los testículos (ejem… eso se leyó muy feo) y resulta que en ellos el tamaño sí importa.
Pues los“tanates” también son parte de la anatomía encargada de la producción de los espermatozoides, aunque siempre es opacada por el pipián de los caballeros (a menos que te llames Enrique Garay), aunque de acuerdo un estudio publicado por la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU, el tamaño de los testículos puede ser un indicativo del cuidado que su portador tendrá con sus hijos.
¡Quihubo!
Según este estudio, los hombres con testículos pequeños tienden a involucrarse más en el cuidado de sus hijos y les dedican atenciones y cariño, a diferencia de quienes parece que traen unas boleadoras argentinas colgando.
Estas son unas boleadoras argentinas, por si no las ubican:
Entonces decíamos que a menos huevos menor dimensión testicular un hombre es mejor padre de familia (por cierto, se dice que los jugadores de la Selección son padres de familia muy cariñosos).
Ahora la pregunta sería, ¿cómo considerar grandes o pequeñas estas gónadas masculinas? Pues vayan por una cinta métrica y pongan atención a lo siguiente: los testículos pueden medir de 4 a 8 cm. de largo y de 2 a 3 cm de ancho, y la media es de 6 cm. de longitud por 3 cm. de ancho.
Si los testículos están por debajo de esa media se les puede considerar como pequeños, pero normales; pero si el tamaño es menor a los 2 cm de longitud y 1 cm. de anchura, entonces podría haber algún tipo de atrofia testicular. Ahora bien, si el tamaño de los testículos es muy grande, su portador podría padecer varicocele e hinchazón en la bolsa testicular que puede devenir en una deformación.
Desde el punto de vista del placer sexual, el tamaño de los testículos no es tan determinante, así lo comentó Antoni Bolinches, psicólogo clínico, sexólogo y miembro de la junta directiva de la Federación Española de Sociedades de Sexología:
“Hay cierta variabilidad, como ocurre con el tamaño del pene, pero resultan menos importantes desde el punto de vista sexual. El motivo es que no son un elemento erotizante, no dan placer a la mujer ni van a excitarla, como sí puede hacer un pene suficientemente desarrollado. Los testículos tienen que ver con el deseo del hombre, pero no con la disposición sexual femenina”.
De acuerdo a Bolinches, no hay correlación alguna entre el tamaño del pene y los testículos.
El mismo estudio de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU arrojó otra hipótesis interesante: los testículos están relacionados con la producción de testosterona, por lo que unos de mayor tamaño producirán más hormonas, y por lo tanto, incrementarán la potencia sexual.
“Desde el punto de vista biológico, una mayor producción de testosterona dificulta el control del impulso sexual y favorece la promiscuidad, pero sólo es un factor de riesgo. Por encima de todo se encuentra la madurez personal”, señaló Bolinches.
Lógicamente, los más hogareños serían quienes tienen testículos pequeños pues “tendrían una mayor disposición al cuidado de los hijos y menos distracciones al servicio de la promiscuidad. Pero, insisto, el cuidado de los niños tiene más que ver con el grado de madurez personal”, añadió el sexólogo.
Para finalizar, les comentamos que el tamaño de los testículos no tienen nada que ver con la fertilidad, pues lo importante no es la cantidad del esperma que se eyacule sino la calidad.
Esta información puede resultarle muy útil a nuestras lectoras, ya sabrán ellas si quieren a un hombre hogareño o no.