Aproximadamente 200 simpatizantes del movimiento #YoSoy26 marcharon del Zócalo a Los Pinos en demanda de un juicio justo para los 25 militares consignados por la muerte de 22 presuntos secuestradores en el municipio de Tlatlaya el día de ayer.
Como anteriormente te contamos surgió en redes un movimiento llamado #YoSoy26, impulsado por una agrupación que se hace llamar “Organización Humanista por el Progreso Social A.C.”, quienes dicen buscar que se juzgue con imparcialidad a los 13 detenidos por el caso de los 22 civiles muertos en Tlatlaya, Estado de México.
Convocaron a través de Facebook una marcha para el 11 de octubre del Zócalo a los Pinos y tienen abierta una petición en Change.org dirigida “al pueblo mexicano y al mundo entero”.
Los asistentes a la protesta, descalificaron el manejo que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) hizo del caso Tlatlaya, porque la responsabilidad no es sólo del oficial del personal y la tropa, sino también de la Procuraduría General de Justicia Militar y de los altos mandos el Ejército.
Hasta el momento se ha enfatizado que en los hechos participaron siete soldados y un teniente, procesados en la justicia militar por violar las normas castrenses: Tres militares fueron acusados de homicidio y un teniente por encubrimiento.
Los manifestantes no eximen a los soldados de responsabilidad, sino que piden que también sean respetados sus derechos y piden la destitución de Cienfuegos.
“Soldados y familiares exigimos al ciudadano presidente Enrique Peña Nieto la destitución del secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos”.
También se pedía que las instancias sancionadoras sean de fuero militar.
“Que las personas que maten, violen y golpeen cualquier fuerza federal sean perseguidas y juzgadas conforme a la ley; en caso de ser culpables, se les imponga la pena mínima de diez años de prisión y hasta cadena perpetua. Que los militares sigamos siendo juzgados por el fuero militar, no por el civil; de ser así, que cumplan condenas en prisión militar para garantizar su seguridad. Los militares estamos para servir al país y a la ciudadanía, pero necesitamos mandos honestos y honrados y con honor”.
Un hombre que dijo pertenecer a la Federación de Militares Retirados (Femirac) reiteró que estaba prohibido asistir a la marcha.
“Sí prohibieron venir y los amenazaron con aplicarles el Código de Justicia Militar por desobediencia. Pero a mí me vale madres, yo vengo a apoyar a los compañeros porque son víctimas, como dice el refrán, de que siempre el cordón se rompe por lo más delgado”.
La movilización se registró sin altercados, ante la advertencia de la Sedena, en la que se prohibió que familiares de los militares participaran en la marcha, los asistentes se identificaron como ciudadanos y aunque sí iban vestidos de civiles llevaban casquete corto. La mayoría portaban playeras blancas y con un moño verde en el brazo derecho.
Mostraron mantas con las leyendas:
“Los militares antes de ser militares son humanos”,
“Justicia a los militares, no lastimes a quien te protege”,
“Defienden a los delincuentes pero no a los militares”
“Son militares, no chivos expiatorios”
“El soldado también tiene derechos humanos”.
Avanzaron por Av. 5 de Mayo, Eje Central, Juárez, el Paseo de la Reforma y Chivatito. A su paso por el Hemiciclo a Juárez, se detuvieron para entonar el Himno Nacional. Lo mismo hicieron frente al Senado de la República, al Ángel de la Independencia y al llegar a las inmediaciones de Los Pinos el entonaron:
“Piensa oh Patria querida que el cielo u soldado en cada hijo te dio…”.
El contingente entró a la calzada Chivatito pocos minutos antes de las 15:00 horas, pidieron que alguien les recibiera su pliego petitorio.
En el documento los firmantes pidieron a Peña Nieto su “inmediata intervención como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas Mexicanas”, debido a “las violaciones flagrantes a los derechos humanos y del debido proceso al que han sido sometidos el personal de nuestras Fuerzas Armadas en cuanto a su participación en la lucha contra el narcotráfico y de Seguridad Pública”.
Personal del área de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República les pidió que organizaran una comisión para entrar. Cinco personas entregaron el documento y al salir comunicaron que en Los Pinos les dieorn la posibilidad de crear una mesa de diálogo y negociación para atender su demanda y que pronto e pondrían en contacto con ellos.