David Cameron, además de ser el primer ministro inglés, es hombre de familia. Está casado con Samantha y es el orgulloso padre de Nancy (8 años), Arthur (6 años), y Florence (22 meses). Todos lo creían un padre ejemplar…
¡¡¡Hasta que el infeliz dejó a su hijita olvidada como un perro en un pub!!!
Pero bueno, esta nota no es amarillista, al contrario, sólo queremos informarte lo sucedido. Como es un hombre de valores (o eso creíamos, viejo desgraciado) y que gusta de compartir buenos momentos con sus seres queridos, un domingo llevó a su familia a comer al pub Plough Inn, en la localidad de Cadsden, en las afueras de Londres.
Fueron con otras dos familias. Y ahí estaban, comiendo muy a gusto. Los niños jugando, las señoras hablando de sus clases de aerobics y los hombres echándose unos chupes tomando unas copas de vino.
Como dato cultural, por si un día comen con él, dicen que al Primer Ministro le gusta ‘degustar’ entre 3 y 4 copitas de vino a la hora del almuerzo. Quizá eso explique lo sucedido.
Cuando llegó la hora de partir, nadie se dio cuenta que la pequeña Nancy fue sola al lavabo de aquel establecimiento. Como Cameron y su esposa son muy unidos, viajan en dos autos. Cada uno abordó un carro pensando que su hija iba en el otro vehículo.
Ambos llegaron su residencia campestre y comprobaron su burrada. Cuentan que Cameron se alarmó tanto que hasta se le bajó la mini-peda que traía. Habló al pub donde le dijeron que Nancy estaba sana y salva, y era cuidada por los camareros.
Tras el susto, el primer ministro regresó inmediatamente a recoger a la pequeña. No sabemos si pidió otra copita para el camino. Aquí el pub, pa’ que conozcan:
Estos acontecimientos pasaron hace unos meses, pero apenas se dieron a conocer. A Cameron no le quedó de otra que admitir lo sucedido. Como ya se imaginarán, el Primer Ministro ahora es la comidilla en todo Reino Unido. Ya ni la friega, viejo conchudo.
Padres, cuiden a sus hijos, no les vaya a pasar lo que les cuento yo…
Por cierto, las caras de los niños aparecen difuminadas porque ellos mismos lo pidieron. No quieren que sus compañeritos la primaria se enteren de quién es su papá.
David Cameron, junto con el señor que metió a su hijo en una lavadora automática compiten por el título a “Peor Padre del Año”.