Así como alguna vez su jefe dijo “no ser la señora de la casa” para saber los precios de la canasta básica, el titular de la Sedesol tampoco puede estar en todo. Él nomás cumple con soltar programas sociales, ya la forma en que estos funcionen es bronca de otro.
El titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Luis Enrique Miranda, se desligó por anticipado de las transas que funcionarios hagan con los recursos destinados a programas implementados por la dependencia que él encabeza. “No sé cómo se vayan a amarrar las manos. La verdad aquí, cómo se amarren las manos, eso no es mi problema”, señaló el fino secretario.
Durante su gira por Oaxaca, el hombre que no comprende a las mujeres (porque no estudió psiquiatría), mostró enojo al cuestionársele sobre trasparencia, tema en el que no le ha ido muy bien. Recientemente fue acusado de ocupar la Sedesol para realizar operaciones electorales en favor del PRI…algo que para él no tiene nada de malo.
“Ser operador político no es malo; creo que usted también lo es, si no no estuviera ahí sentada. Me parece que entonces, si no es operadora política, su curul no podría estar ocupada por usted… Cuando aprenda un poco de Prospera va a entender que no son transferencias condicionadas”, señaló Miranda hace algunos meses, cuando compareció ante la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados.
Para el de la Sedesol, su chamba consiste en sólo hacer que los programas sociales existan y que estén regados por todo el país. Si hay problemas con su funcionamiento, son condicionados o simplemente están de adorno, como número para estadísticas, eso se arregla en la siguiente ventanilla.
“Mi problema es cumplir con los programas de desarrollo social del país. No soy contralor, no soy agente del Ministerio Público, soy Secretario de Desarrollo Social”, comentó molesto antes de retirarse del evento en que entregó un facsímil de la Constitución Mexicana de 1917 al Gobernador Alejandro Murat.
A finales de noviembre, Miranda compareció ante diputados, quienes lo acusaron de utilizar Sedesol como “agencia de viajes” y trampolín a futuros cargos políticos: “es realmente deshonroso que esté presente en la entrega de tarjetas de despensas en estados como el de México, Coahuila y Nayarit, de cara a los comicios de 2017”, le reprochó en su momento la diputada de Morena, Araceli Damián.