Dinamarca nos clavó un par de goles. Uno de bandera y otro que fue patrocinado por completo por la zaga mexicana en un saque de banda y el Tri firmó la derrota 2-0 en su última prueba de cara al Mundial de Rusia.

El primer tiempo nos dejó cosas interesantes, sobre todo Héctor Herrera, quien dentro de la cancha es un referente del medio campo. Lo extra cancha es otra cosa. Héctor Moreno y Andrés guardado mostraron que están en ritmo y forma para jugar ante Alemania, pero los tres salieron de cambio en el segundo tiempo y fue donde todo se derrumbo dentro de mí, dentro de mí.

El partido pintaba para terminar sin goles porque México no llegó con claridad y Memo Ochoa estaba en plan grande. Pero todo cambió a los 70 minutos con una genialidad de Yussuf Puulsen, quien tomó el balón fuera del área, recortó con la derecha, se la acomodó para la zurda y la colocó en el ángulo, una obra de arte, tal cual.

Tres minutos más tarde los daneses tomaron en la lela a los zagueros mexicanos y en un saque de banda Christian Eriksen se comió los nuestros y se fue solo contra Guillermo Ochoa, a quien castigó con un disparo raso y entre las piernas. Esta jugada originó después un mar de desconfianza para los nuestros que competieron varias imprecisiones.

 

Reglas del buen viajero Rusia

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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