Antes de la clasificación de su selección a la siguiente ronda del Mundial, en Argentina le preocupa a la gente cómo llegar a sus trabajos. ¿por qué? Porque hoy se registra el paro general en transportes y servicios de mayor magnitud durante la administración del actual presidente, Mauricio Macri.
De hecho, el paro general convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), va en contra de políticas implementadas por el propio Mauricio Macri, las cuales han acarreado pérdida del poder adquisitivo, despidos masivos y aumento de la pobreza. Además, el paro general responde a los aumentos en tarifas de servicios, como la luz (el tarifazo), agua, gas y gasolina… Nada que no conozcamos en México.
Pero bueno, aunque los mencionados problemas no son novedad, sin embargo, el nivel de perjuicio que estos hacen entre la gente de menos recursos quedó en evidencia por la reciente muerte de un niño “electrodependiente”, quien perdió la vida porque la compañía Edesur cortó el servicio de luz en su hogar. El costo de los recibos fue tan alto que para su familia fue imposible pagar. “Yo tenía a mi hijito electrodependiente y la respuesta de ellos fue que yo tenía una deuda y que no me podían decir cuándo iba a venir la luz. Me vinieron 60 mil pesos de boleta que no los pude pagar porque no tengo las condiciones para pagar esa cantidad de plata”, denunció la madre del menor.
De acuerdo con El Clarín, desde las primeras horas de este lunes 25 no hay servicio de ningún tipo de transporte, lo cual implica paralizar laborales en varias oficinas del país, así como actividades comerciales y educativas. En Buenos Aires dejarán de dar servicio los autobuses colectivos, taxis, trenes, “subtes”, vuelos de cabotaje, así como el servicio en bancos y dependencias estatales y del poder judicial de todo el país. Además, se detendrá la recolección de basura y será imposible por hoy cargas gasolina. ¿Sólo eso? Tampoco habrá actividad marítima en los principales puertos de Argentina.
Para evitar el paro general, el gobierno de Mauricio Macri firmó un decreto que permite un 5% extra en los acuerdos paritarios, además de avanzarse en la liberación de fondos retenidos de las obras sociales de los sindicatos. Sin embargo, no fue suficiente, ya que los huelguistas acusan que se están dando condiciones similares a las de inicios del siglo XXI, cuando la crisis económica desembocó en el llamado “corralito financiero”, con el cual millones de personas de la clase media perdieron sus ahorros en bancos.