Lo que necesitas saber:
Batman Azteca: Choque de Imperios reimagina al Caballero de la Noche en Tenochtitlan. Conoce su trama, la polémica de la Leyenda Negra y la voz de Horacio García Rojas.
¿Qué pasaría si…? Esa es la pregunta detonante que ha dado vida a algunas de las historias más surrealistas, descabelladas e increíbles del cómic. Una de ellas es Batman Azteca: Choque de Imperios, película que forma parte de la línea Elseworlds de DC, donde los héroes clásicos se reimaginan en universos alternos.
En esta versión, Gotham se convierte en Tenochtitlan en 1521. La historia sigue a Yohualli Coatl, un joven que presencia la muerte de su padre a manos de conquistadores y decide entrenar con Acatzin, su mentor (el equivalente a Alfred), para convertirse en el Caballero de la Noche. La cinta también presenta versiones mesoamericanas de personajes clásicos de DC como Joker, Gatúbela, Poison Ivy y Dos Caras, reimaginados con referencias directas a la cosmovisión mexica y a figuras históricas de la Conquista.
El proyecto está dirigido por Juan José Meza-León, cineasta mexicano que ha trabajado en Rick & Morty y Harley Quinn, y producido en colaboración con Ánima Estudios, el mayor estudio de animación en Latinoamérica, conocido por Las Leyendas y Top Cat Begins.
Ahora bien, entre críticas de “hispanofobia” y celebraciones por su originalidad, se estrena Batman Azteca: Choque de Imperios. Desde el lanzamiento de su primer tráiler, la cinta desató en redes sociales un viejo debate con traje —de superhéroe— nuevo: la Leyenda Negra.
Pero antes de adentrarnos en la polémica y entender cómo nació esta versión de Batman —que para muchos sonaba imposible—, platicamos con Horacio García Rojas, voz de Yohualli Coatl (Batman), sobre identidad, cultura y lo que significa esta adaptación para México.
La Leyenda Negra en debate en Batman Azteca
Desde la salida de su primer tráiler, la cinta generó críticas de “hispanofobia” y acusaciones de caricaturizar la Conquista, sobre todo en España. Pero la película no pretende ser una lección de historia, sino un ejercicio de Elseworlds: un “¿qué pasaría si…?” que traslada al Caballero de la Noche al colapso de México-Tenochtitlan.
El propio Horacio García Rojas, voz de Yohualli, lo resume así:
“Esto no es una clase de historia; es una reinterpretación desde nuestros contextos de un personaje que amamos y que significa mucho para todos los nerdos del mundo.”
¿Cómo se vive la polémica?
Durante nuestra entrevista, García Rojas fue contundente al hablar sobre la controversia y lo que espera que el público se lleve de la película:
“Si una película fantástica de Batman nos está haciendo hablar de temas importantes como entender qué hechos de la caída de México-Tenochtitlan siguen repercutiendo en el presente, como la masacre de Cholula o el sistema de castas que nos dividió por color de piel y procedencia —y que es el padre del racismo y clasismo que vivimos hoy—, pues bienvenido sea.
Y yo le digo a toda la gente que quiera dialogar: dialoguemos. Es más, hagámoslo con un mezcalito o un tequilita, para que la plática sea menos dolorosa y rasposa, pero hablémonos viendo a los ojos, corazón a corazón, sin ofendernos y entendiendo que nada de lo que pasó hace 500 años somos responsables, ni ellos ni nosotros. Sucedió, es parte de la historia.”
La identidad Horacio contribuyó a crear la voz de Batman Azteca
Dar vida a Yohualli Coatl conectó a Horacio García Rojas con sus raíces:
“Nací en el DF, pero crecí en Cerro Azul, Veracruz. Me considero huasteco-chilango, como Yohualli, que nace en la costa y migra a Tenochtitlan. No sabía qué me emocionaba más: si ser Batman o ser un guerrero mexica. Juntas, esas dos cosas me emocionaban el doble.”
Para él, interpretar a Batman fue también un gesto cultural:
“No es un peldaño más en mi carrera; es cumplir los sueños del niño que fui y de mi cultura.”
Un Batman distinto
Aquí surge una pregunta inevitable: ¿Batman Azteca es un caso de apropiación cultural o de sincretismo contemporáneo? La apropiación ocurre cuando una cultura toma elementos de otra para beneficio propio, sin incluir ni honrar a quienes pertenecen a ella. Pero este no parece ser el caso. Tanto el equipo creativo como el elenco son mexicanos, y hubo un esfuerzo consciente de investigación para integrar elementos históricos con el mito del Caballero de la Noche.
Como apunta Horacio García Rojas:
“Batman Azteca no es Bruce Wayne: es un guerrero nuestro.”
Esa afirmación conecta con un debate más amplio: mientras culturas con gran poder de exportación, como la griega o la japonesa, pueden narrar sus mitos sin miedo a perder control de su imagen, países como México dependen de que el mainstream los represente con respeto y matices. Batman Azteca da un paso importante en esa lucha por la representación respetuosa.
Ejemplos recientes muestran cómo este sincretismo puede abrir nuevas posibilidades culturales. Black Panther (Marvel) exploró la tradición africana con un giro afrofuturista; Coco (Pixar) acercó el Día de Muertos a audiencias globales con sensibilidad; y Batman Ninja trasladó al héroe al Japón feudal, aunque allí siguió siendo Bruce Wayne. La diferencia es que en Batman Azteca: Choque de Imperios, el protagonista se convierte en un guerrero 100% mexica.
La cinta no busca dar respuestas históricas definitivas ni reescribir la Conquista. Su apuesta es distinta: usar el arquetipo de un personaje conocido a nivel global para hablar desde una raíz mexicana y demostrar que también podemos mirarnos en los íconos de la cultura pop. La polémica de la Leyenda Negra seguirá encendida, pero Batman Azteca propone otra mirada: una reinterpretación que mezcla historia, fantasía y orgullo cultural.
Estrenada en cines mexicanos el 18 de septiembre de 2025 y disponible un día después en HBO Max, la película invita a un público global a descubrir un Batman con penacho enfrentando a Hernán Cortés en la caída de Tenochtitlan.
