Por: Daniela Benassini

El formato de series de antología ha sido utilizado varias veces; se define por ser una serie de episodios que no necesariamente tienen que tener continuidad, ni siquiera reparto, misma historia o personajes, pero comparten un solo elemento. Este formato tiene sus pros y sus contras; los creadores y guionistas tienen posibilidades infinitas de jugar con la argumentación, lo difícil es crear muchas historias y seguir manteniendo la misma audiencia. Series como American Horror Story, True Detective o hasta la clásica The Twilight Zone son algunas que han conseguido el éxito con este atractivo formato, sin embargo, la que se lleva las palmas es Black Mirror.

Esta gran serie vio la luz en el 2011, y desde la primera temporada se ha ganado el corazón de miles de fans por explorar temas en cómo las nuevas tecnologías sacan lo peor de nosotros como humanos en un mundo moderno no tan lejano de una forma mórbida, cruel y hasta un punto terrorífica.

El último viernes del año nos embarcamos en el viaje de la cuarta temporada de Black Mirror, ahora producida por Netflix desde la temporada tres. Había opiniones cruzadas sobre lo que se iba a esperar de esta cuarta etapa de la serie ya que muchos concuerdan que se ha vuelto “menos cruda” que las dos primeras temporadas, sin embargo, Black Mirror continúa deleitando a los espectadores con el dark side de la tecnología.

Vamos por partes antes de dar el veredicto final:

U.S.S. Callister

El primer capítulo de la cuarta temporada, y uno de los mejores, homenajea a Star Trek de principio a fin; la producción, el vestuario, maquillaje y personajes son impecables. La historia empieza con la aventura en una nave espacial con una pequeña tripulación y su capitán Daly, para luego terminar odiando a su jefe al mando por sus repulsivas obsesiones y creación de clones digitales.

Arkangel

Cambiando completamente el ritmo del primer episodio, Arkangel cuenta la historia de una madre soltera sobreprotectora y su peor miedo: que algo le pase a su hija pequeña, por lo que le manda insertar un dispositivo tipo GPS, en el cual la madre tiene acceso a todo lo que la niña ve y siente, también puede controlar y modificar lo que ve y pronto veremos cómo la niña deja de tener privacidad. Gran historia para reflexionar sobre cuánto estarías dispuesto a hacer para proteger a tus seres queridos, y a qué precio.

Crocodile

La tecnología que tanto amamos de Black Mirror se presentó de una majestuosa forma en este capítulo; el terrible pasado que Mia Nolan, la protagonista, ha acechado por años ahora está de vuelta. Sin poder borrar los recuerdos de su cabeza y vivir con culpa 15 años, una serie de eventos que se conectan magníficamente hacen que Mia se transforme en una persona irreconocible.

Recordando un poco “The Entire History of You”, el elemento principal de este capítulo es la memoria, ahora mostrándonos qué harías para proteger un secreto y a los que más quieres de una forma cruda y muy violenta.

Black Mirror

Hang the DJ

Mi episodio favorito de esta temporada. Como en las temporadas anteriores, Black Mirror dedica un episodio a las relaciones humanas con su dosis de ciencia ficción. Hang the DJ trata de un sistema en el cual tu “asistente personal” te manda a citas a ciegas con fechas de caducidad. Cada pareja debe vivir el tiempo que el sistema decida, hasta encontrar a la “pareja ideal”. Todo esto funciona perfectamente hasta que los protagonistas se enamoran y quieren desafiar ese algoritmo llevando una historia de amor a otro nivel.

Black Mirror

Metalhead

Uno de los episodios más controversiales hasta ahora. Las opiniones sobre este capítulo son muy opuestas: o lo amas o lo odias. Siendo el único de toda la serie en blanco y negro, relata el mundo post apocalíptico y el terror por sobrevivir en un mundo ahora dominado por robots. A pesar de ser el más corto, Metalhead cumple con la esencia de Black Mirror siendo uno de los más crueles y despiadados, su problema es que el final se queda muy corto, no hay mucha explicación, solo acción.

Black Museum

El perfecto capítulo para finalizar otra temporada. Tres terroríficas historias son contadas por parte del dueño del museo, Rolo Haynes, a una chica que va de paso mientras carga su auto. Black Museum llega a doler pensando en la realidad de cómo afectaría a los seres humanos tanto poder sobre sí mismos. Este último capítulo explora la conciencia humana y la capacidad de poder trasladar a otro cuerpo, la búsqueda del placer sin ninguna limitante y la perfecta venganza por robar una identidad. Definitivamente el capítulo estrella de la temporada sin quitarle crédito a los otros cinco.

La cuarta temporada de Black Mirror definitivamente cumplió su objetivo: continúa dejándonos al borde del asiento, tomándonos varios minutos de reflexión después de ver cada capítulo. La mejor antología que ha existido y que espero no deje de vivir en mucho tiempo.

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