La Guerra de Vietnam no sólo es el escenario de muchas películas o protestas de los 60, es uno de los conflictos bélicos más sangrientos y como muchos historiadores señalan, innecesario.

El conflicto se llevó acabo en el contexto de la Guerra Fría, ese enfrentamiento “pasivo” entre Estados Unidos y la URSS, que no sólo dividió al mundo, sino que pudo haber desatado una guerra aún más feroz que la Segunda Guerra Mundial. De 1955 a 1975, la República de Vietnam (Vietnam del Sur) con el apoyo de Estados Unidos y otros países, se enfrento a la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte) apoyados por China y la URSS, todo esto para evitar la reunificación de Vietnam bajo un frente comunista, algo que por supuesto no convenía en absoluto a los estadounidenses.

La guerra comenzó cuando el Frente de Liberación de Vietnam o Viet Cong (apoyados por la URSS y Vietnam del Norte) se levantó en armas, harto de los gobiernos corruptos que habían sido apoyados por Estados Unidos. Los primeros años, y los más sangrientos, se caracterizaron por no tener una organización bélica tradicional, la mayoría eran ataques terroristas, guerrillas, bombardeos masivos y el uso de armas químicas. 

Sería hasta 1968 cuando Estados Unidos comenzó a retirarse del país asiático, por lo que sólo se enfrentaron los ejércitos del Sur y del Norte, para que así en 1976 se diera la unificación bajo el nombre de República Socialista de Vietnam. Vietnam y el comunismo habían vencido y se habían enfrentado al país más poderoso del mundo saliendo victoriosos.

Uno de los puntos más importantes de la Guerra de Vietnam fue la cobertura mediática que tuvo, no sólo medios estadounidenses, prácticamente todo el mundo tenía sus ojos puestos en Vietnam y en las consecuencias que esto podría tener para el futuro.

Hay muchísimas fotografías icónicas, como la de Eddie Adam donde se ve la ejecución de un vietnamita o la imagen de Nick Ut, donde se ve a una niña correr desnuda en la calle después de un ataque. Muchas de estas fueron tomadas por agencias occidentales, pero, ahora gracias a estas extrañas fotografías, podemos conocer el otro lado de la guerra narrado por los propios fotógrafos locales. 

Teníamos que ser muy cuidadosos porque nuestros periódicos nos habían dado poca película. Para nosotros, una fotografía era como una bala. Nguyen Dinh UU

Fotografía: : Le Minh Truong/ National Geographic

El equipo y los suplementos eran preciados, por ejemplo, el fotógrafo Tram Am solo tuvo un rollo de 70 cuadros para toda la guerra.

Fotografía: Le Ming Truong/ National Geographic
Fotografía: Le Ming Truong/ National Geographic

Muchos de ellos utilizaron estas imágenes para documentar la historia y que futuras generaciones pudieran estudiar este acontecimiento, pero, muchos otros lo usaron como propaganda de guerra, ya fuera para evidenciar las crueldades o desarticular al enemigo.

El bosque era como mi cuarto oscuro. En la mañana levantando las impresiones y las colgaba en un árbol para que se secaran. En las tarde las cortaba y escribía las leyendas. Envolvía las fotografías y los negativos en papel y los ponía en una bolsa de plástico que tenía cerca de mi cuerpo. De esa manera la fotografía se mantendría seca y podrían encontrarla en caso de que me mataran. Lam Tan Tai.

Fotografía: National Geographic
Fotografía: Hoang Ma /National Geographic
Fotografía: Le Minh Truong/ National Geographic
Fotografía: Minh Dao/ National Geographic
Fotografía: Bao Hahn/ National Geographic
Fotografía: : Duong Thanh Phong/ National Geographic
Fotografía: Vo Anh Khanh/ National Geographic
Fotografía: Va Anh Khanh/ National Geographic
Fotografía: Doan Cong Tinh/ National Geographic
Fotografía: Le Minh Truong/ National Geographic
Fotografía: Vo Anh Khah/ National Geographic

 

***Vía: Mashable, National Geographic

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