Singapur se está convirtiendo en el lugar ideal para vivir. La BBC lo señala como el país más limpio del mundo, la organización World Justice Project como el país más seguro del planeta, mientras que la OCDE, reconoce que tiene el mejor nivel educativo en toda la Tierra. Y como si no se pudiera poner mejor, ahora ha hecho realidad el sueño de cualquier estudiante: eliminar los exámenes de la escuela. ¿Qué más podríamos pedir?
¡Al fin alguien que nos entiende! Aunque esta medida aplica únicamente para los alumnos de educación básica, esta iniciativa busca que los niños se olviden de la presión, miedo, ansiedad y estrés de hacer un examen, y en su lugar dar preferencia a su libertad para que se concentren en buscar su propia felicidad. “Debemos equilibrar la diversión del aprendizaje y el rigor de la educación”, apuntó el ministro de Educación, Ong Ye, al anunciar recientemente ante el Parlamento los cambios propuestos.
Una cosa es cierta, para lograr ser un país de primer mundo, Singapur tuvo que atacar el problema de raíz, enfocándose en los más pequeños. De hecho, esta es la primera vez en 55 años de historia en que el Ministerio de Educación cede ante el régimen autoritario antepone la salud mental de sus estudiantes, antes que sus “obligaciones escolares” tal parece que, hasta ahora, los niños y jóvenes habían perdido la capacidad de divertirse y solo se concentraban en sus estudios, como robots programados en serie para sacar las mejores calificaciones.
Al eliminar los exámenes en la escuela, Singapur busca llamar la atención de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), quien califica al país asiático como uno de los mejores en educación, pero también como de los más estresantes para sus estudiantes, demostrando que su verdadera prioridad es la salud mental de sus estudiantes.
Y es que, como era de esperarse, tanta presión, estrés y exigencias han terminado por vulnerar la estabilidad mental de los jóvenes, disminuyendo su capacidad a la frustación, lo que ha llevado a un incremento en la tasa de suicidios que alcanza los 10.03 por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media de suicidios a nivel mundial.
A partir del siguiente siglo escolar, se acabarán los exámenes en la escuela para los estudiantes de primero y segundo de primaria y de primero de secundaria. A a partir de los próximos años, la medida se extenderá a todos los cursos. Desaparecerán las calificaciones medias, las totales, los aprobados, así como el marcador del nivel al respecto del total de la clase.
De esta manera, dan pie a ser evaluados de forma diferente sin agraviar los resultados y a la vez, que sus estudiantes tengan mayor tranquilidad y libertad al actuar. Hasta el momento, algunos estudiantes se quejaban por estar atornillados a sus pupitres por horas, ocupando el tercer lugar en el mundo de mayor dedicación al estudio en casa, pasando en promedio 9.4 horas a la semana estudiando o haciendo tareas, después de largas horas de estudio en el salón de clase.
Aunque parezca increíble, el Ministerio de Educació, no solo ha eliminado los exámenes en la escuela, sino que también, pasará a segundo término las matemáticas y ciencias exactas, invirtiendo más tiempo en las artes y recreación según informa el diario “Semana”. Lo único que nos consta a todas las personas es que un mundo sin exámenes en la escuela, sin duda lo hace un lugar mejor.