Y pues total que ‘ROMA’ de Alfonso Cuarón sigue en boca de todos, están desde los que dicen que “no le van a entender si no nacieron en la Colonia Roma” JAJAJAJAJAJA, hasta los que la califican como la mejor película del cineasta mexicano en la historia. Te haya gustado o no la película, es innegable el excelente trabajo que se hizo en este filme desde varios frentes, pues en el lado visual se ha llevado muchísimos aplausos; en el lado musical, también, de hecho Lynn Fainchtein nos platicó en qué se basó para elegir las canciones de esta obra… pero, ¿qué onda con el audio?
Ok, todo mundo chuleando la perfecta fotografía y demás, pero el audio en esta película también fue un gran trabajo digno de admirarse y reconocerse, así que nos dimos a la tarea de platicar con dos chicos mexicanos, encargados de realizar los foleys de la película. Sus nombres son Jaime Antonio Sainz Cuevas (ingeniero de grabación de foley) y Alan Romero Riva Palacio (artista de foley), en la película ‘ROMA’.
Para ir poniendo un poco en contexto a todos, y pa’ que todo mundo sepa lo que significa ‘foley’, partamos diciendo que el foley, (o incidentales como también se le conoce en México), es el proceso de grabar efectos de sonido en películas, series, o videojuegos, en sincronía con la imagen. Por ejemplo, los pasos al caminar, ropa, aplausos, cubiertos, etc; ¿o a poco creías que todos los efectos de sonido de las películas eran reales? En muchos casos, ayudan también a los editores de efectos de sonido a enriquecer los elementos en los que ellos estén trabajando, como por ejemplo, el rechinido de una puerta abriéndose, el mecanismo de una arma, de una maquina o de un coche, o el sonido de las hojas de un árbol moviéndose. Es un proceso 100% creativo.
Acá les dejamos la entrevista que les hicimos:
¿Cómo hicieron para llegar a trabajar en una película de Alfonso Cuarón? ¿Cómo los contactaron?
En el 2016, Alan tuvo la oportunidad de conocer al editor y supervisor de sonido Carlos Honc, quien nos contrató para trabajar en la 2ª temporada de la serie Club de Cuervos en Netflix. Después de eso empezamos a trabajar recurrentemente con él en películas y series de TV haciendo foley. Un día nos escribió diciéndonos que había un proyecto importante en puerta y que le urgía hablar con nosotros. Esa misma noche platicamos con él y nos contó que había la oportunidad de participar en la siguiente película de Cuarón. Fue una gran sorpresa para nosotros y claramente aceptamos, pero la condición fue hacer una escena de prueba y si les gustaba lo que entregábamos, el trabajo era nuestro y pues les gustó. Por cierto, la escena que hicimos de prueba, fue el incendio en el bosque (misma de la película). Ya te imaginarás nuestra sorpresa al verla por primera vez…
¿Cuánto tiempo se tardaron en grabar todos los foleys y aproximadamente cuántos grabaron?
Al inicio, el proceso iba a ser de sólo 6 meses, pero duró más o menos un año. No fue continuo, o sea en un mes nos podían llegar dos rollos de 20 minutos cada uno y al siguiente mes nada de trabajo, pero al siguiente mes nos llegaban dos rollos nuevos y modificaciones de los primeros dos rollos y después dos semanas libres y así. Lo complicado aquí era que nos podían avisar un martes a las 10 de la noche que ya había material nuevo y al otro día debíamos empezar a trabajar en él desde temprano, porque el estudio lo compartíamos con otro equipo que entraba a trabajar en la tarde, entonces debíamos aprovechar el mayor tiempo posible. Era una carrera contra el tiempo.
No sabemos exactamente cuántos sonidos grabamos, pero por cada sonido más o menos hacíamos tres tomas, o las necesarias hasta que estuviéramos satisfechos con el resultado. Pero para que te des una idea de cuánto fue, imagínate que grabamos todos los pasos de todos las personas que aparecen en la película, todos los trastes, cubiertos, botellas, manijas de puertas, movimientos de la ropa, hasta las patitas y el collar del borras. Básicamente grabamos todos los sonidos naturales y objetos que se escuchan.
¿Cómo era el proceso y dónde los grababan? ¿Los mandaban y tenían que aprobarlos o cómo?
La gran parte de los sonidos los grabamos dentro del estudio, pero también hubo varios elementos que grabamos afuera (puertas y portones, rejas, lavaderos y cubetazos de agua, por nombrar algunos). Yo (Jaime) me encargaba de preparar las sesiones en la computadora, de ajustar niveles y de grabar y Alan se encargaba de microfonear e interpretar todos los sonidos en tiempo real en sincronía con la imagen. Primero veíamos la escena y hacíamos una lista de los elementos a los que teníamos que darle mayor prioridad, y después a todos los personajes que aparecían en la escena en la que estábamos trabajando y el tipo de zapatos que usaban cada uno y en la superficie en la que caminaban.
Al final cuando habíamos terminado la sesión (que podían ser un total de 10, 15 o 20 minutos de duración) la mandábamos al supervisor de sonido y él checaba la sesión de foley, junto con la de efectos de sonidos, ambientes, etc, y se discutía si se necesitaba acentuar algún sonido en especial o cambiar algo que no cumpliera el propósito y se rehacía, ya fuera ambiente o efecto de sonido, o foley.
Oye… ¿y cómo hicieron para adaptar los sonidos y demás, a escenas de época como las que vemos en ROMA?
Siempre que grabas foley, es importante conocer los elementos que van a ser vitales y van a darle la característica o ese toque especial en cuestión de sonido a la película. En una película de guerra, por ejemplo, los sonidos de las armas o los cinturones llenos de cartuchos y cosas metálicas que hacen ruido cada vez que un soldado corre o camina, son los que le darán la característica especial a los personajes. En ROMA, a pesar de ser una película en la época de los 70s, los sonidos con los que interactúan los actores son artículos que todo el mundo sigue usando en la actualidad. Bicicletas, vasos de cristal, botellas, escobas, y así podemos nombrar mil artículos.
Algo interesante fue que la casa tiene muebles viejos, por ejemplo, los gabinetes de cocina, muchas veces grabamos elementos como las puertas, superficies o los cajones en casa de los papás de Alan, ya que tiene una cocina vieja que tiene el mismo tipo de material y encajaba perfecto con la reverberación natural de la cocina. Lo importante aquí era crear el sonido de objetos en específico que Alfonso tenía en mente. Un ejemplo muy claro y que nos costó bastante trabajo, fue el de diseñar el sonido de las escaleras metálicas que Cleo sube cada vez que va a su cuarto. El director tenía una idea muy clara en su mente de cómo sonaban esas escaleras en su niñez y quería que las replicáramos exactamente o lo más parecido a como él se las imaginaba, entonces tuvimos que experimentar con muchos objetos metálicos y hacer diferentes pruebas de ejecución y uso de varios micrófonos hasta que él estuviera satisfecho con lo que entregábamos.
Todo mundo habla de lo visualmente increíble que es la película ROMA pero nadie ha hablado de lo chingón que suena… ¿a qué crees que se deba esto?
Sinceramente es algo que nos llama mucho la atención, supongo que la razón es porque no tiene un diseño sonoro ostentoso, ni un soundtrack con una orquesta sinfónica imponente que te ayude a adentrarte en el sentimiento de la escena o del personaje. Y esto hace que para nosotros el reto fuese mucho más grande, porque además de tener que cubrir absolutamente todos los sonidos que fueron apareciendo a través de la película (porque no había un score y las escenas estaban prácticamente “desnudas”) también tuvimos que ayudar al espectador a sumergirse en ella, creando sensaciones, empatía, sensibilidad, etc. y haciéndolo sentirse parte de esta a través los sonidos que fuera escuchando. Lograr transmitir tantos sentimientos sin esos elementos (música y diseño) es increíblemente difícil, y Alfonso lo logra de una manera mágica.
Mucha gente piensa que una película está basada mayormente en lo visual, en lo que vemos, en efectos especiales, etc, pero si haces un simple experimento y te sientas en frente de una pantalla y apagas el sonido, no vas a tener mucha idea de los que está sucediendo, pierde todo el impacto; en cambio si te sientas y cierras los ojos y escuchas con atención, te vas a sentir ahí, dentro de la de la película. Viendo una entrevista de la artista de foley de la primer temporada de Game Of Thrones, Caoimhe Doyle, le escuché decir que “el sonido es muy persuasivo, la imagen te puede decir lo que está sucediendo en la película, pero el sonido te va a decir como sentirte acerca de lo que estás viendo”. De esta manera el foley se vuelve un elemento importantísimo en cualquier medio visual y muchas veces nos aprovechamos de ello para exagerar los sonidos en una película, “vender la escena”.
¿Tuvieron algún acercamiento con Alfonso Cuarón?
Sí, claro. Siendo el director de la de la película siempre tenía una opinión de todo lo que se hacía en sonido, en conjunto con Sergio Díaz (supervisor de sonido de la película) nos daban retroalimentación de todo nuestro trabajo, siempre. Tanto que casi al final de la película tuvimos que rehacer prácticamente todos los pasos de todas las escenas de Cleo, la actriz principal, porque a Alfonso no le gustó el sonido de los zapatos que escogimos. ¡Fue una madriza! Jaja, que viéndolo en retrospectiva, valió la pena. (Por cierto, acá les dejamos nuestra entrevista con Alfonso Cuarón)
¿Cuándo vieron por primera vez la película y qué sintieron de ver su trabajo ahí?
La primera vez que vimos la película terminada fue en una función especial que hicieron para todos los miembros del “crew” en el cine Tonalá. Al principio estábamos un poco escépticos porque no sabíamos qué tal iba a sonar en ese cine, pues la mezcla para la película estaba especialmente hecha para un sistema llamado Dolby Atmos, que básicamente es sonido envolvente 360º y hasta 64 bocinas independientes. Pero vaya sorpresa que nos llevamos cuando llegamos y nos dijeron que habían adaptado la sala especialmente para ver ROMA. La verdad nos quedamos sin palabras, fue uno de los momentos más chingones que hemos vivido el ver todo nuestro esfuerzo materializado en esta película. Se nos salió una lagrimita, jajaja. Fue muy muy mágico la verdad.
¡Qué cool! Nos vas a hacer llorar, Jaime. Y ya por último… ¿qué opinan del trabajo de foley en México?
Es sin duda un arte un poco desconocido e infravalorado pero que va creciendo a pasos agigantados. Desafortunadamente creemos que en México, como en muchos otros sectores, hay mucha desinformación y falta de educación acerca del mismo. Es algo que intentamos cambiar, día a día con nuestro trabajo y dedicación. Con cosas que hemos aprendido en el camino y que nos gusta transmitir a nuevas generaciones en este mundo de la post producción.