Es bien sabido que la infancia de Drew Barrymore como una de las niñas estrellas de Hollywood, fue bastante complicada. Nació con un apellido de peso en la industria, y a los 11 meses debutó en su primer comercial. Pero fue hasta los 7 años que se lanzó a la fama con su participación en la película de E.T. de Steven Spielberg.

Todos veían en Drew Barrymore a un niña carismática y bonita, pero detrás estaba viviendo una pesadilla. Su padre, el actor John Drew Barrymore, era alcohólico y violento. Y tras divorciarse de su madre, una mujer llamada Jaid, las cosas no mejoraron, pues fue ella quien la acercó a un mundo de drogas y alcohol en el famoso Studio 54, además de ponerla en situaciones de índole sexual.

Drew Barrymore a los 4 años de edad / Foto: Getty Images

Drew Barrymore apenas tenía nueve años cuando todo esto sucedió. Entre los 10 y 11 años desarrolló una adicción al alcohol, y a los 12 comenzó a consumir cocaína por la cual ingresó en rehabilitación. Un año después intentó quitarse la vida. Y a los 14 se separó legalmente de sus padres.

Su padrino era Steven Spielberg. ¿Entonces por qué no acudir con él? En una entrevista, Barrymore explicó que siempre pudo buscar la ayuda del famoso director, pero no lo quiso hacer en sus tiempos más oscuros. Por lo que salió del problema ella sola, convirtiéndose en un adulto a los 14 años, trabajó en restaurantes sin actuar en ninguna producción antes de volver a los 17 años.

Steven Spielberg y Drew Barrymore con E.T. en 1982 / Foto: Getty Images

La relación de Steven Spielberg y Drew Barrymore

Pero hay más. No sólo fue el hecho de que Drew Barrymore no quería acercarse a Steven Spielberg para pedirle ayuda.La única persona en mi vida que funcionó como una figura paterna“, dijo la actriz en un nuevo perfil de Vulture.

Mientras filmaban E.T., Drew Barrymore le pidió que si podía ser su padre, y él se negó. Pero fu así como se convirtió en su padrino. La actriz se quedaba en casa del cineasta durante los fines de semana, le regaló un gato y la llevo de vacaciones.

Drew Barrymore con su mamá Jaid en 1982 / Foto: Getty Images

En este mismo perfil, en entrevista con Spielberg, el director contó que la niña de 6 o 7 años llegaba con la boca pintada al set, y él le pedía que se lo quitara. Pero a pesar de cuiadarla en estos pequeños detalles, el directir dijo que siempre se sintió impotente porque no era su padre. Lo único que podía hacer era ser una especia de consejero para ella“.

Se dormía tarde, iba a lugares de los cuales sólo debía escuchar, y vivía una vida que a su corta edad, me parece que le robó su infancia“, dijo Spielberg una vez sobre la infancia de Drew Barrymore.

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