La relación que tenemos las y los ciudadanos con la Policía (la institución) y l@s policías (individuos), está fracturada desde hace mucho tiempo. El punto es crítico. Las condiciones del país –caóticas, sucias, ruidosas, desiguales, desconocidas– han propiciado el escenario perfecto para que la ruptura parezca ser irreversible.

La acción es simple, pero el trasfondo es todo lo contrario. Aquel individuo que juró protegerme, es aquel que me violenta al aprovecharse de una placa y al utilizar un uniforme como una máscara para interpretar un papel en el que no se ha aprendido sus diálogos, o bien, ha decidido improvisar en una historia llena de corrupción. 

¿Por qué? Las respuesta son variadas y los excusamos porque existe la posibilidad de que sean (o no) malas personas, que no entiendan qué es lo que deben hacer, tengan miedo de enfrentarse al crimen, de que no reconozcan cuáles son las implicaciones de hacer bien su trabajo (como cualquier otra persona), o bien, tan lo saben, que decidan no hacerlo.

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Foto: Cuartoscuro

Pregunta: ¿Sabían que 2 de 3 padres se sentirían decepcionados si sus hijos deciden ser policías? AQUÍ les contamos.

Para las y los mexicanos, no hay razón suficiente para justificar el miedo que le tenemos a las y los policías. Ni siquiera cuando salen reportes donde los números de policías asesinados en todo el país van en aumento; tampoco cuando descubrimos que las Academias no los prepararan para nada; ni cuando nos enteramos de que su equipo de trabajo es viejo y además, deben pagar por obtenerlo. Tampoco nos interesa saber que ganan mal a pesar de que su trabajo es salir a la calle a enfrentar delincuentes y criminales con mejores armas…

El punto es crítico. Reconocer la existencia del policía es vergonzosa para el ciudadan@ común, sobre todo para aquel que ha tenido acercamientos con la ley (aunque en realidad sea todo lo contrario). ¿De verdad es irreversible?

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Foto ilustrativa: Cuartoscuro

Una película de policías

Esa es una de las muchas preguntas que plantea Una película de policías, un documental dirigido por Alonso Ruizpalacios que tuvo su premiere mundial en la Berlinale de este año donde se llevó un Oso de Plata por su trabajo en edición. Este documental hace una mezcla interesante de distintas narrativas para presentarnos a Teresa y Montoya, una pareja de policías de la Ciudad de México.

No sólo son pareja dentro de una patrulla donde persiguen criminales y se enfrentan a las inconsistencias del sistema. Sino fuera. Viven juntos, y les es imposible no llevar a su hogar lo que viven en el día a día: una mirada íntima de dos individuos que alguna vez tuvieron buenas intenciones como policías. Una película de policías es más que eso. Por eso nos sentamos a platicar con Alonso a propósito de que se anunció la fecha de estreno (salas de cine y Netflix) y el primer avance oficial. AQUÍ les dejamos toda la información. 

Entrevista con Alonso Ruizpalacios

Le pedimos al director que nos explicara qué es Una película de policíasuna cinta innovadora y original que desde su paso por Berlín, sorprendió a la prensa y las audiencias por aparentar ser algo y terminar siendo otra cosa. ¿Quizá una analogía con la figura del policía? No lo sabemos, pero está llena de sorpresas. 

Híjole, me la pones difícil. Quizás no soy la mejor persona para contestar eso porque para mí es muchas cosas. Es el resultado de una investigación, un viaje de exploración hacia un… para tratar de conocer y comprender un mundo que me era completamente ajeno, desconocido y lejano.

Supongo que podría decir que ‘Una película de policías’ es un viaje para atravesar nuestros prejuicios sobre la policía y conocerla de otra manera; conocer a qué se enfrentan, íntimamente. También es una historia de amor en un lugar inesperado, es un viaje para entender la representación, qué significa. Ahí es donde entra el juego del documental y la ficción. Donde usamos a los actores como avatares, para sumergirnos a la Policía y entender a qué se enfrentan. 

Aquí no hay spoilers. Pero han de saber que Mónica del Carmen y Raúl Briones participan. Ruizpalacios comenzó una investigación sobre la corrupción y la impunidad en los Ministerios Públicos del estado de Morelos. Tenían acceso a algunos procesos a información y pretendían hacer una película de eso. Sin embargo, se enfrentaron a un tema tedioso y a la posibilidad de que todos, incluido él, se aburriera.

De ahí evolucionó con la presencia de los policías como centro de la historia. Sabemos qué hacen y qué no hacen, pero no tenemos ni idea de quiénes son. Quién es el policía parado durante horas en la esquina de la colonia donde vivo; cómo se llamaba la policía que acaparó los titulares por regresar una bolsa llena de dinero. Quiénes son detrás de un uniforme pesado que los suma a un grupo odiado por la sociedad.

Una película de policías
Mónica del Carmen en ‘Una película de policías’ / Foto: Cortesía Netflix

¿Debemos sentir empatía por ellos?

Viendo al individuo detrás del uniforme y la placa, no nos obliga tampoco a sentir empatía por ellos y ellas. Y no se malentienda el comentario, pero Una película de policías no obliga a las audiencias a comprender la impunidad en la que se involucran. Pero lo que sí hace es abrir la conversación en torno a cómo el sistema está diseñado para que difícilmente hagan su trabajo. No hay porqué sentirnos mal si durante el filme, un espectador continúa desconfiando de la figura del policía. Y eso es determinante para hacer el seguimiento en la historia.

Ciertamente no busca ser una apología de la policía para nada, pero tampoco es un documental más sobre las cosas que ya sabemos y que leemos en los periódicos. No tenía sentido hacer una película solamente denunciando la corrupción, no era suficiente eso, o decir, ‘Los policías son unos ojetes’ o ‘Los policías secuestran, roban’. 

Todas esas cosas pasan, por supuesto, pero este es un intento de entender por qué pasan y de tratar de ver a la persona, al ser humano, detrás del uniforme y saber que hay personas ahí, personas complejas, llenas de contradicciones como los ciudadanos a los que tienen que proteger. También son entrañables, con historias duras, historias emocionantes. Algo que descubrimos al hacer la película es que viven unas vidas muy intensas, muy fuera de lo común.

Teresa y Montoya son dos personas que a sus treintas han vivido cuatro vidas, ¿sabes? Tienen una cantidad de experiencias muy intensas, de encuentros con la muerte, con la vida y son historias muy interesantes. Espero que la parte, digamos política, no reste la atención de la parte narrativa de la película que es, a mi parecer, una muy buena historia. Tienen unas historias muy interesantes que merecen estar en una película.

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Raúl Briones en ‘Una película de policías’ / Foto: Cortesía Netflix

Imagen de una ficción; el diálogo de un documental

Una película de policías es el tercer largometraje de Alonso Ruizpalacios. Debutó con Güeros, le siguió con Museo y este 2021 regresa con esta producción en la que le entra al documental a pesar de que sus otras dos películas tenían elementos de documental para potenciar la ficción.

Sin embargo, el director y las productoras (las grandiosas Elena Fortes y Daniela Alatorre) se niega a que sea 100 por ciento un documental, es un híbrido sensacional en el que las imágenes son de un ficción pero los diálogos son de un documental. ¿El resultado? Una película innovadora que confunde a las y los espectadores de una muy buena manera. ¿Qué es lo que vemos en la pantalla y por qué así? 

Fue algo que evolucionó durante la investigación. Esta película a mí me enorgullece el resultado porque es el resultado de una búsqueda genuina, de una exploración libre, muy libre de parte de Elena Fortes, Daniela Alatorre y mía. Ellas son tan responsables de esta película como yo, que nos juntamos a hacer algo y fue como, ‘Bueno, vamos a ver a dónde nos lleva, vamos a dejar que el tema dicte la forma en la que lo vamos a filmar’. 

Orbitamos siempre a la figura del policía, el policía de pie o a los patrulleros como esta primera ventana entre el ciudadano y la ley. Entonces empezamos a hacernos preguntas: ¿qué pasa con estas personas?, ¿cómo viven?, ¿cómo toman ellos todo lo que piensan los ciudadanos de ellos?

Este proyecto estuvo acompañado de varios asesores, especialistas en el tema de seguridad pública entre los que destacan Ernesto López Portillo, Maru Suárez, Elena Azaola que son como grandes estudiosos del tema y todos nos decían, ‘Hablen con los policías, hablen con los policías, les va a cambiar la perspectiva’. Lo empezamos a hacer. Empezamos a hablar con muchos de ellos y a fascinarnos por sus historias.

Hay muchas cosas de las que hablan que no vamos a poder ver, ilustrar. ¿Cómo ilustras estas cadenas de corrupción? Estas interacciones con la ciudadanía, con los altos mandos. Íbamos a tener que hacer mano de la ficción. 

¡La Gira de documentales Ambulante regresa y abrirá con "Una película de policías"!
Imagen ilustrativa de ‘Una película de policías’. Foto: No Ficción (vía Ambulante).

Mónica del Carmen y Raúl Briones

La participación de Mónica del Carmen y Raúl Briones es espectacular por el compromiso que conlleva pretender ser un policía en un aspecto físico y emocional. Los actores se infiltraron en una Academia de policías para su preparación física y el proceso, sin duda, fue demandante.

Pero sobre todo, creemos, es aún más pesado entender qué significa ser policía y serlo. Comprender que eres alguien que la sociedad no respeta y que sólo voltean a ver para señalar sus errores. 

Cuando aterrizamos la idea de que íbamos a necesitar a dos actores e íbamos a documentar el proceso de preparación, era claro que necesitábamos dos actores muy valientes. No cualquiera se metería a un proceso como el que se metieron ellos y con esa apertura, con esa generosidad ante la cámara y esa transparencia, disciplina, habilidad y técnica que se necesita.

Tenía estas exigencias técnicas. Estuvieron como dos meses practicando. A mí lo que me gusta mucho es que Raúl y Mónica están están encarnando totalmente, emocionalmente a esas personas, entonces es un ejercicio actoral padrísimo.

Aparte está todo esta parte de la preparación de ellos, de meterse a la academia de policías, de grabar, de tener absoluta libertad de decir lo que iban sintiendo. Esa parte, por ejemplo, el proceso de inmersión fue mucho más largo de lo que se ve en la película, hubo incluso otra academia a la que fuimos que ya no cupo en la película, en donde ellos estuvieron internados, durmiendo, grabándose cada noche.

Entonces sí fue un proceso súper interesante de ver cómo dos actores realmente se meten en el personaje que están interpretando. Me parece un trabajo bien valiente y bien chido. Ojalá que la gente lo aprecie pues eso.

Póster 'Una película de policías'
Póster oficial de ‘Una película de policías’ de Ruizpalacios. / Foto: Cortesía de Netflix

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En 2017 entré a Sopitas.com donde soy Coordinadora de SopitasFM. Escribo de música y me toca ir a conciertos y festivales. Pero lo que más me gusta es hablar y recomendar series y películas de todos...

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