Aaron Hernández, ex jugador de los New England Patriots, se suicidó en su celda el 19 de abril de 2017. Cumplía cadena perpetua por el asesinato de su amigo Odin Lloyd y fue declarado inocente de otros dos cargos de asesinato en 2012.
Durante lo seis meses que estuvo en prisión, Aaron Hernández realizó casi 300 llamadas telefónicas, las cuales forman parte de una investigación que sugiere que el ex ala cerrada fue víctima de abuso sexual durante su infancia, específicamente mientras cursaba la secundaria.
Las investigaciones que serán publicadas en seis partes por The Boston Globe, han arrojado diversos tipos de traumas familiares, como las golpizas que recibía él y su hermano Jonathan por parte de su padre Dennis Hernández, bajo los efectos del alcohol.
Durante aquella época de su vida tenía una relación muy cercana con su prima Tanya Singleton y de acuerdo a la publicación, Aaron se sintió devastado cuando se enteró que su madre sostenía una relación con el padre de su prima.
Sin embargo, lo que más preocupa en las investigaciones es el tema de su vida sexual, pues durante su vida adulta reveló a su familia que sufrió abuso sexual durante su infancia, declaró su hermano Jonathan, aspecto que también fue confirmado por uno de los abogados de Aaron, sin embargo ninguno quiso dar detalles ni revelar el nombre del abusador.
Estas situaciones hicieron que Aaron tuviera una preferencia por homosexual, lo que confirmó su ex compañero de equipo, Dennis SanSoucie, quien aseguró a Globe que mantenía relaciones sexuales con Aaron durante la etapa de secundaria y preparatoria.
Durante ese periodo también comenzó su relación con las drogas. Antes de clases fumaba marihuana. También la consumía antes de las prácticas de futbol y después de los partidos.
Tras la autopsia neurológica a Aaron Hernández, científicos encontraron una encefalopatía traumática crónica, que provoca trastornos en el comportamiento como agresividad o depresión. Esta anomalía suele ser característica en personas mayores de 60 años o en boxeadores, que son sometidos a constantes golpes, pero no en una persona de 27 años, edad a la que murió Aaron Hernández.
