Por: Luis Ricardo Hernández R./@LUISRICARDOHR

Era un jugador bravo, de esos que siempre meten la pierna. Su apodo no tiene nada que ver con su futbol, pero le quedaba como anillo al dedo. Un mediocampista agresivo que reacciona a la menor provocación pero siempre busca su objetivo, sin importarle a quién tuviera en frente y para muestra un botón.

Una noche durante un partido de pretemporada entre el América y el AC Milan, Juan Carlos Silva se enfrascó en una “pelea” contra uno de los futbolistas más duros que jamás han pisado una cancha de futbol, Genaro Gattuso. El italiano estaba vestido de rojo así que era normal que el Torito lo embistiera para proteger a sus compañeros.

Hoy en las Antipromesas les tenemos la historia de Juan Carlos Silva, mejor conocido como el Torito. Un jugador que llegó a ser considerado el sucesor de Germán Villa y Pável Pardo en el América pero que a fin de cuentas jamás despuntó. De hecho, de los futbolistas que hemos presentado en esta sección Silva es de los que llevan más tiempo fuera de la Liga MX.

Inicios: Casi sin jugar, pero un Mundial es un Mundial

Juan Carlos Silva Maya nació en el Distrito Federal el seis de febrero de 1988 y desde muy pequeño demostró talento para el futbol. De hecho su apodo, “Torito” se debe a que el mediocampista jugaba en un equipo llamado Toritos México y cuando fue a hacer las pruebas al América llevaba el uniforme de aquel equipo por lo que los otros jugadores comenzaron a llamarlo de esa forma y se le quedó el sobrenombre.

Ya en Coapa de inmediato destacó. Era un mediocentro, no un contención ni un creativo, sino un hombre que puede hacer labores ofensivas y defensivas en el centro del campo. Jesús Ramírez lo observó y decidió convocarlo para el Mundial Sub-17 del 2005.

En aquel certamen, el mediocampista no jugó mucho de hecho la labor que le hubiera correspondido al Torito en ese torneo fue hecha en su mayoría por Omar Esparza y Jorge Hernández González (no confundir con Jorge “Burrito” Hernández).  Silva no fue un pilar de aquella selección pero sí era miembro del equipo y parte de una supuesta “generación dorada”. El Torito fue Campeón del Mundo Sub-17 y su carrera parecía empezar con el pie derecho.

Debut con América, figura en el Clásico Nacional, los equipos de Milán y el Preolímpico maldito

Torito Silva debutó en la Primera División  el 12 de agosto del 2007, en un partido entre el América y los Jaguares que ganaron las Águilas por goleada.  El mediocampista estaba cobijado por la presencia de Germán Villa y pronto comenzó a despuntar tras haberle aprendido algunas cosas el excontención de la Selección Mexicana.

El 28 de octubre del 2007 América y Chivas  se enfrentaron en una edición más del Clásico Nacional. Las Águilas no vivían su mejor torneo pero se llevaron aquel partido 2-1- Ambos goles fueron obra del Torito Silva y los dos fueron de buena manufactura.

Silva tuvo un par de torneos buenos con el América de hecho en el 2007 el jugador fue convocado para disputar el Mundial Sub-20– Sin embargo al igual que el More Mosqueda,  Silva fue parte de la peor época del América en la era reciente. El América del Pelado Díaz y de Rubén Omar Romano no daba pena sino lástima, de aquel equipo sólo Salvador Cabañas y Memo Ochoa tenían buenas actuaciones regularmente.

De igual forma Silva era un jugador joven y pese al mal momento que vivía el América, el jugador fue convocado para participar en aquel tristemente célebre ‘Preolímpico de Carson’. En el recordado juego contra Haití, Silva tuvo un mal partido como todos los jugadores ese día, pero el Torito se cansó tanto que hasta sufrió dolor de caballo. Después de aquel torneo la carrera de muchos futbolistas que estuvieron en ese equipo se vino abajo, pero la del mediocampista del Ame no parecía sería una de ellas.

El Torito tuvo otro highlight en su carrera, pero ahora fue en un par de partidos amistosos. Quizá algunos de ustedes se acuerdan de Juan Carlos por la bronca mencionamos al principio contra el AC Milan o por un golazo que le anotó al otro equipo de Milán, el Inter, mientras que otros lo recordarán por no sabe quién era Patrick Vieira.

Pero la realidad es que después de eso Juan Carlos tuvo muy pocos momentos destacados en su carrera. Atrapado en una tristísima era para el América el Torito se perdió en un sin fin de malas actuaciones al igual que casi todo el equipo. El jugador poco a poco fue perdiendo su lugar en el cuadro titular y pronto se dejó de hablar de él. Juan Carlos Silva ya no salía en los periódicos ni en los programas de análisis hasta que sufrió un desafortunado incidente.

El balazo en la nalga y su adiós del América

El chavo que estaba atrás del carro pasó al lado mío y fue el que sacó la pistola, me dijo que sacara las llaves, le dije ‘yo no tengo las llaves’ entonces me soltó una patada y un balazo que me dio en el glúteo… Después volvió a soltar el balazo (ahora apuntando al pecho) y se trabó la pistola sin casquillo, fue el momento en que quise agarrar al cuate que se quería subir a la camioneta y los dos como vieron que no servía la pistola y los quería agarrar se echaron a correr… Tengo un ángel allá arriba y fue el que me protegió para que no saliera el otro disparo y el que puso el otro carro ahí para que no los perseguir

Son las palabras que expresó Juan Carlos Silva cuando relató en una entrevista para Mediotiempo cómo fue víctima de un asalto en la Ciudad de México. El dos de febrero del 2010 el Torito se fue de Coapa al finalizar el entrenamiento y decidió salir con su novia.

El Torito Silva y otros cracks del América/ MEXSPORT

Al final de la tarde el jugador se dirigió a la casa de su pareja para dejar a su novia ahí, el lugar estaba ubicado en Eje 3 y Río Churubusco y la velada transcurría con normalidad. La chica se bajó del vehículo del futbolista e ingresó a su domicilio, pero Silva se percató de que había dos hombres sospechosos por lo que también salió de su camioneta.

Los hombres intentaron quitarle el automóvil al Torito pero este resistió y terminó recibiendo un disparo en la nalga. Tras ser impactado por la bala y luego de que el arma de los delincuentes dejara de servir el jugador intentó perseguir a los asaltantes pero terminó chocando contra otro auto y entonces entendió que lo mejor era ir un médico. Juan Carlos estuvo a punto de morir pero el destino indultó al Torito, le perdonó la vida y le permitió seguir corriendo en los ruedos del futbol mexicano.

El descenso con el Necaxa y el comienzo de su peregrinar

MEXSPORT

Un torneo después del incidente Juan Carlos Silva fue transferido. El América decidió que era momento de que el Torito se fuer a otro ruedo a ver si regresaba su bravura. Silva se fue al Necaxa y sólo jugó ocho partidos con los Rayos, pero aún así logró descender.

El Torito fue parte del plantel del Necaxa que fue relegado en el 2011, cuando su acérrimo rival, el Atlante les sacó un empate y los mandó a la entonces Primera A; sin embargo el mediocampista no salió ni a la banca en aquel partido. Tras salir del equipo de Aguascalientes, Silva tuvo un par de oportunidades más en primera.

En el 2011 llegó al Pachuca, donde sólo estuvo seis meses y luego se fue a La Piedad, equipo del Ascenso. Casi siempre que un jugador que solía ser promesa firma con un equipo del ascenso, el joven ya ni a primera regresa, pero Silva sólo estuvo seis meses con los Reboceros y volvió a la máxima categoría para vestir los colores del San Luis, pero así es, adivinaron el mediocampista sólo estuvo seis meses con los potosinos y ahora sí su futuro estaba en la segunda categoría del balompié nacional.

Ascenso MX y Guatemala

En los últimos cinco años Juan Carlos Silva ha cambiado seis veces de equipo y ya hasta probó las ‘mieles’ del futbol centroamericano. Luego de fracasar con el San Luis el Torito Silva  fichó con el Irapuato pero sólo estuvo un año con los Freseros y firmó con otro equipo guanajuatense, los Toros del Atlético Celaya.

Con los Cajeteros, Silva fue mucho más regular, jugó más de 25 partidos en una temporada completa por primera vez en su carrera. Parecía que el Torito  ya había encontrado un club con el cuál hacer su carrera, pero el destino lo llevó a los Cafetaleros de Tapachula y después un poco más al sur, al futbol de Guatemala.

Curiosamente el jugador firmó por otro equipo apodado más o menos como él. Silva jugó seis meses en los Toros del Malacateco. Con el conjunto Chapín el Torito jugó 17 partidos e hizo dos goles en seis meses, pero su equipo quedó en  último de la general. Tras su paso por el futbol centroamericano el mediocampista volvió a  México para jugar con los Correcaminos de la UAT donde actualmente milita.

Esta fue la historia del Tortio Silva, otro de aquellos jóvenes de la ‘generación dorada del 2005’ que llegó a la Primera División pero jamás pudo  dar lo que de él se esperaba. Hoy a los 29 años de edad y a casi seis años de su último partido en la máxima categoría del futbol mexicano parece imposible que Juan Carlos regrese a la Liga MX.

Pleca Copa Confederaciones

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