Mientras Barack Obama cumple sus últimos meses como presidente de Estados Unidos, ya comienza a plantearse qué hará después de dejar el cargo y el deporte es una de sus prioridades.
Esto no quiere decir que el presidente vaya a convertirse en una atleta de clase mundial o algo parecido, sino que tiene en la mente tener una franquicia de la NBA desde hace tiempo.
Bill Simmons le realizó una entrevista para la revista GQ y el mandatario aseguró que conoce gente en el deporte ráfaga, que ha tenido intención de tener un equipo a su mando, aunque no sabe bien cómo funcionaría.
Bueno, conozco muy bien aJerry Reinsdorf (dueño de los Bulls) y no está dispuesto a desprenderse de la franquicia en esto momentos, pero he fantaseado sobre poder dirigir a un equipo y lo divertido que sería. Creo que sería terrorífico.
El dinero seguro no sería problema, ya que Obama gana mensualmente 400 mil dólares y una franquicia ronda los mil millones, que seguro tiene en la alcancía o abajo del colchón.