La parte más interesante del mercado de verano en Europa empieza a partir del este lunes 1 de julio, pues muchos contratos o acuerdos finalizan este 30 de junio, por lo que varios jugadores, como Héctor Herrera, comienzan su vida como agentes libres, mientras que finalizan algunos préstamos, y en el Barcelona dos elementos tiene etiqueta de salida.
Uno de los aspectos a seguir será el del posible regreso de Neymar al Barcelona, así como la llegada de Antoine Griezmann, quien podría ser anunciado este lunes, pero mientras esto pasa dos blaugranas ya habrán hecho las maletas sin dejarle ganancia económica al club, a diferencia del portero suplente Jasper Cillessen, quien ante la poca actividad fue vendido al Valencia por 35 millones de euros o el caso de Denis Suárez, quien se arregló para volver al Celta de Vigo ocho años después.
El primero de ellos es el defensa belga Thomas Vermaelen, quien finaliza su contrato después de cinco años en los que fue marginado en repetidas ocasiones por sus constantes lesiones. Si el Real Madrid se acostumbró a que Gareth Bale se rompiera cada tres meses, en Barcelona pasó lo mismo con el zaguero belga.
El barcelonismo nunca supo si el zaguero era bueno o malo, pues tal vez no recuerden errores o virtudes, ya que se relacionó más con los fisioterapeutas que con el primer equipo.
Douglas Pereira fue fichado desde Brasil en 2014 y en sus dos primeros años sólo jugó ocho partidos y fue cedido a otros equipos durante los tres años que aún le quedaban. Se fue al Sporting de Gijón y no la armó. Llegó en 2017 al Benfica y no la armó. Fue cedido al Sivasspor de Turquía y tampoco la armó.
Al finalizar el préstamo con los turcos tendrá que buscar acomodo por sus propios medios, pues termina contrato con los catalanes. Por lo pronto, mientras resuelve su futuro, ya podrá contar a sus hijos y nietos que algún día jugó en el Barça.
