En México, cuando los aparatos electrónicos fallan, antes que nada hay que apagar y volver a prender. Si la situación no mejora, entonces el remedio pudiera estar en una serie de golpecitos, pero para fortuna de Checo Pérez, su auto no necesitó llegar al segundo nivel previo al Gran Premio de Baréin.
Checo se llevó una mala sorpresa previo a la largada después de que el monoplaza de Red Bull se apagara por completo y lo dejara a medio circuito, sin embargo, justo antes de que el auto fuera sacado de la pista, el mexicano quitó y volvió a conectar su volante y fue cuando los circuitos se volvieron a conectar, por lo que el RB16B volvió a encender.
Checo tuvo que arrancar desde el callejón de pits, en el último lugar y desde ahí preguntó por la radio cuál había sido la falla, sin embargo, nadie le pudo dar una respuesta en el momento.
Apaga y prende, a ver qué pasa
Paul Monaghan, ingeniero en jefe de la escudería Red Bull elogió cómo Checo se las ingenió para tratar de prender el auto de nueva cuenta y un par de horas después era elegido el piloto del día. Después se dio a conocer que la falla ocurrió debido a una intermitencia eléctrica en el monoplaza, la cual parecía haber quedado solucionada antes de la carrera.
“Checo tuvo claridad mental y como si su computadora hubiera fallado la apagó y la volvió a encender. Como suele ocurrir con este tipo de averías intermitentes, el coche luego funciona sin problemas durante la carrera. Se recuperó y lo hizo brillantemente”, indicó el ingeniero de Red Bull, Paul Monaghan.
Checo se las ingenió solo
El día de la carrera, el mexicano aceptó que estaba apunto de bajarse del auto cuando volvió a conectar el volante y recuperó el auto, así como la comunicación con su ingeniero. “Desconecté el volante y lo volví a poner y fue cuando escuché a mi ingeniero hablar por la radio”, mencionó.
“Gracias a Dios por su claridad mental. No tienes comunicaciones por radio, no podemos decirle qué haga el reinicio del encendido y él lo hizo por nosotros”, mencionó Monaghan, según motorsports.
Checo volverá a las pistas el 18 de abril en el Gran Premio de Imola, donde buscará aportar más puntos para Red Bull y recortar la diferencia con Mercedes en el campeonato de constructores.