¡Tricampeonas! El Chelsea consumó su tercer título consecutivo en la Women’s Super League, después de una larga batalla contra el Arsenal. Ambos equipos estuvieron muy cerca del trofeo hasta la última jornada de la temporada, en la que por cierto también los dos consiguieron victorias.
Las dirigidas por Emma Hayes ganaron la quinta Liga en la historia del club; además, se trata del doceavo campeonato de la directora técnica en el banquillo blue. La única cuenta pendiente que tiene este Chelsea es la Champions League, pues este año se despidió en fase de grupos.
Pero regresando a la Women’s Super League, el dominio del Chelsea es muy claro. Desde su creación en 2011, no hay equipo con más títulos que las Blues. El Arsenal se mantiene como el perseguidor más cercano y apenas presume tres trofeos.
Así se consumó (y festejó) el tricampeonato del Chelsea en la WSL
La lucha entre Chelsea y Arsenal por el título de la Women’s Super League se extendió hasta la Fecha 22 de la temporada. Ambas escuadras ganaron sus últimos 5 partidos, pero la diferencia de un punto favoreció a las Blues. Conscientes de que solo necesitaban una victoria para coronarse, las jugadoras estallaron en alegría con el silbatazo final.
En una de las campañas más apretadas de esta competencia, el Chelsea terminó con 56 puntos producto de 18 victorias, dos empates y dos derrotas. Por su parte, el Arsenal sumó 55 unidades con 17 triunfos, cuatro empates y apenas un descalabro.
La heroína de las Blues fue Sam Kerr, quien marcó doblete y toda la diferencia ante el Manchester United. Chelsea ganó 4-2 para consumar el tricampeonato, pero perdía 1-2 desde el minuto 25 y tuvo que remontar de la mano de la australiana. Erin Cuthberth y Guro Reiten también se hicieron presentes en el marcador.
Una vez que comenzaron los festejos y la premiación del Chelsea, Sam Kerr se robó los reflectores. La goleadora de la temporada (con 20 tantos) fue una de las futbolistas más ovacionadas y estaba tan feliz, que olvidó recoger su medalla.
La encargada de alzar el trofeo fue la capitana Magda Eriksson y Emma Hayes pudo celebrar un logro más junto a su hijo. De ahí en adelante, todo fue una fiesta que se pintó de azul.
