El grito homofóbico se hizo presente una vez más en la Liga MX y por primera vez en el año, un partido fue suspendido como indica el reglamento y el protocolo, en la vuelta de los cuartos de final entre Santos y Toluca, en el Estadio Corona.
En el cierre del partido, con la afición lagunera frustrada por la inminente eliminación de su equipo, que caía 2-0 (6-3 en el global), por lo cual sacó parte de las emociones con los despejes del portero Tiago Volpi, que jugará semifinales contra América.
Hasta el tercer grito se suspendió el partido
El arquero brasileño y la afición lagunera tienen historia, ya que Volpi marcó el gol con el que Toluca se puso en ventaja en el juego de ida, además de que Santos le ganó la final del 2015 con Querétaro, así que una manera, errónea, de curar la herida de la eliminación fue con los gritos homofóbicos hacia el portero.
Volpi despejó en dos ocasiones y la gente gritó sin que hubiera sanción, hasta que en el tercer despeje, el árbitro Luis Enrique Santander detuvo el partido, como lo indica el protocolo para que el sonido local “invitara” a la afición a no realizar más veces ese grito.
Más gritos y Santander se hizo que no escuchó
Santander le suplicó a Volpi despejar rápido para evitar más gritos, algo que no está en el reglamento, pero de cualquier manera la afición repitió el grito en un par de ocasiones más, pero en esta ocasión el silbante hizo como que la virgen le hablaba, aunque en la transmisión y en el estadio los gritos fueron bastante claros, así como el mismo protocolo, que no se respetó por completo.en el este partido.
De esta manera, Santander, criticado en el repechaje por no marcar penales a favor de Puebla ante Chivas, evitó el siguiente paso en el protocolo, que era suspender el partido y mandar a las bancas por cinco minutos a los jugadores de Santos y Toluca.
De esta manera, la afición de Santos hizo el grito homofóbico hasta en cinco ocasiones con una tímida reacción del silbante.