¡Los Golden State Warriors son campeones de la NBA! Después de cinco juegos en las Finales, derrotaron a los Cleveland Cavaliers, dejando a LeBron James y compañía con las ganas.
Este campeonato sabe a gloria para el equipo. Tiene ingredientes especiales, como la consolidación de Kevin Durant y claro, la venganza del año pasado, donde perdieron una ventaja de 3-1.
Todo esto es la combinación de varios factores. Suerte, esfuerzo y el coche de Draymond Green. Sí, el automóvil del ala-pívot tiene que ver y mucho en el comienzo de esta historia de triunfo.
¿Qué demonios tiene que ver un coche con la NBA?
El campeonato de los Warriors inició con una llamada, en al auto de Green. Después de la derrota en el Oracle Arena ante los Cavs, que los dejó con las manos vacías, Draymond no se fue del estadio. Asimiló la derrota en el estacionamiento, pensando y pensando qué hicieron mal.
Con la tristeza en su máximo apogeo, decidió tomar cartas en el asunto. Entonces, comenzó a hacer llamadas, hablarle a amigos y organizar una de las firmas más importantes de la historia reciente. Le habló por teléfono a nada más y nada menos que a Durant.
Ya eran amigos desde antes, pero cuando le llamó, sentenció: “Depende de ti”. Dos semanas más tarde KD firmó el contrato máximo con Golden State y armaron un súper equipo. Todo esto lo explicó Green en una entrevista con ESPN.
Ahora, ese coche y esas llamadas cosecharon lo que sembraron. Gracias a esto Durant llegó a los Warriors, firmó una gran temporada y es el MVP de las Finales.
El mismo Green ha dicho que Kevin no hubiera llegado si el año pasado se coronaban. Claro, pensando en el efecto dominó, si eran campeones, Draymond no le hubiera llamado, ayudado a convencerlo y ganado esta temporada.
Así, con un auto y una llamada, inició el camino para los Warriors, ese que termina en este momento: levantando el Larry O’Brien.
