No sé que vaya a pasar, pero estoy preocupado… El comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 no contempla la posibilidad de cancelar la justa y en cambio, se maneja la posibilidad de contar con aficionados en las competencias.
Seiko Hashimoto, quien tomó la presidencia del comité tras la renuncia de Yoshiro Mori, explicó que la decisión definitiva dependerá de la situación sanitaria. Por ahora, el coronavirus y sus nuevas variantes mantienen un promedio de mil casos por semana.
“Todos quieren que se tome una decisión rápida para los aficionados, preparar boletos y alojamiento; el apoyo a la organización de los Juegos Olímpicos no aumentará hasta que eliminemos factores de preocupación, incluida la presión sobre el sistema sanitario“, declaró la presidenta a The Asahi Shimbun.
De acuerdo con Hashimoto, los organizadores de la justa contemplan esta opción para apoyar a los deportistas. El comité no quiere que los participantes compitan en complejos vacíos, cuando otros eventos presumen cierta capacidad.
“Los deportistas se preguntarán por qué no hay gente mientras en otras competiciones se autorizan espectadores“, agregó la directivo.
¿Cuál es la situación en Tokio?
Los casos de COVID-19 no hacen más que subir en todo el mundo. Sin embargo, Japón mantiene estrictas medidas para evitar nuevos picos y consecuencias como la cancelación de los Juegos Olímpicos.
Hace un par de días, el primer ministro Yoshihide Suga dio a conocer que disminuirán las restricciones del estado de emergencia. Las medidas implementadas a principios de año surtieron efecto y el registro de contagios disminuyó en menos de 2 meses.
No obstante, las complicaciones aparecen en el sistema de salud. El aumento de casos provocó una nueva crisis en los hospitales, por lo que será importante monitorear la situación en los próximos días.
“He decidido levantar el estado de emergencia el 28 de febrero en 6 prefecturas. El número de contagios está bajando, pero el sistema médico sigue teniendo dificultades“, expresó Suga. A pesar del cambio, Tokio es una de las prefecturas que mantendrá estrictas medidas, por lo que nada es seguro en el entorno de los Juegos Olímpicos.