Los padres de Iker Casillas explotaron tras la salida de su hijo del Real Madrid y aseguró que hubiera preferido ver a Iker jugar en el Barcelona antes que en el Porto, equipo al que menospreció al considerarlo de Segunda B.
“El Porto es un equipo de Segunda B y mi hijo se merece un equipo de más categoría, como el Barcelona. Cuando salió que estaba buscando casa en Roma le llamé y le dije ‘¿Qué haces? Tú no te vas’. Imagínate al Porto. Un campeón del mundo no puede acabar en el Porto. Podría haber acabado donde quisiese y no me habría importado que fuera en el Barcelona porque son unos señores”.
Además, hicieron la dura revelación del porque Iker no fue a jugar a un equipo grande de otra liga, y responsabilizó directamente a Florentino Pérez y los medios de comunicación por el trato que ha recibido Casillas.
“Claro que mi hijo ha tenido más ofertas. Pero Florentino no quería que fuese a un equipo puntero para que no le pasase lo de Morata. No quiere que triunfe. Esa campaña de desprestigio la ha orquestado Florentino con el apoyo de varios periodistas y medios que llevan dándole palos desde 2010”.
Por si fuera, y en entrevisa para “El Mundo”, contaron un poco sobre el maltrato que ha vivido el portero desde hace tiempo.
“Florentino Pérez nunca ha querido a Iker porque es bajito. Él ha aguantado lo que no está escrito, ha soportado una presión psicológica, se le ha dado un trato diferente que a otros jugadores. Se le ha vilipendiado en los últimos cinco años y ha sido todo muy injusto”.
Sin embargo, ya con la calentura un poco más baja, la madre de Casillas se disculpó con el equipo portugués.
“Me pude equivocar, quizá me perdió el subconsciente, quiero agradecer al Oporto el fichaje de mi hijo, espero que con su trabajo pueda contribuir a los éxitos de ese club. Quiero pedir disculpas, mil perdones, espero que mi hijo pueda triunfar tanto como en el Madrid. Estoy todavía muy agobiada, llevo muchos años con una tensión muy fuerte, a mi eso me ha superado un poco. Un jefe siempre mira por sus empleados… no quiero entrar en más debates. Eso me ha afectado mucho. Su presión era la mía. Lo he pasado muy mal. Puedo entender que estén molestos con nosotros, pero que nos entiendan a nosotros. Iker fue con ocho años a hacer una prueba, siempre lo dio todo a merced del club, ha respetado siempre, ha sido tan querido… pienso que la afición ha estado con mi hijo y es soberana. He vivido partidos en el campo y he vibrado al oír como han vitoreado a mi hijo, yo me emocionaba. Creo que la mayoría lo adoran, lo quieren y lo van a tener en su mente”.