Un llamado de ayuda por redes sociales, inesperadamente tuvo un resultado casi inmediato. Daniel Sturridge, exjugador del Liverpool que hoy en día es agente libre, recuperó a su perro que robaron este lunes tras un asalto en su casa mientras él no se encontraba, por lo que ahora que vuelve a ser feliz y a creer en la humanidad, presumió que Lucky Lucci, su pequeña mascota, estaba de vuelta en casa.
Vamos a ponernos rápido en contexto. Sturridge a través de su cuenta de Instagram publicó un video donde mostró que habían robado su casa en West Hollywood, donde además de que se habían llevado cosas materiales, lo que más le dolió fue no ver a Lucky, su perro, por lo que pidió ayuda para que regresara y fue tanta su ‘desesperación’, que ofreció una recompensa de 30 mil euros para que se lo regresaran.
“Alguien entró en mi casa en L.A., sacó a mi perro de la casa. Oye, quienquiera que sepa quién rompió mi casa, te pagaré cualquier cosa. Lo digo en serio ¿Cómo puedes irrumpir en una casa en L.A. y tomar el perro de alguien? ¿Estás loco? ¿Has venido a una casa para tomar un perro? Alguien, por favor, encuentre a mi perro. Pagaré cualquier cosa, lo digo en serio. Quiero que mi perro vuelva”, dijo Daniel Sturridge en el video que publicó.
Ahora, a poco más de un día que desapareció, el exjugador del Liverpool volvió a aparecer en un video donde mostró al pequeño Lucky Lucci ya en casa.
Según parece, la policía del lugar habría iniciado una investigación, nada a gran escala, donde pusieron manos a la obra para dar con el perro de Sturridge. Este miércoles por la mañana, unas personas llevaron hasta la casa del futbolista a su perro y pese a que se podría creer que estos mismos son quienes lo habrían robado, Daniel se dijo contento y seguro de que ellos no tuvieron nada que ver, por lo que agradeció que lo devolvieran y dio la recompensa pactada.
“El hombre principal está de regreso. El hombre principal está de vuelta“, se escucha en el video que publicó en Instagram.
Si bien para muchos es algo ‘exagerado’ hacer tanto alboroto para encontrar a la mascota de Sturridge, la realidad es que es una pequeña acción que genera un gran impacto en las personas, pues más allá de que no se sabe a ciencia cierta quién fue el que robó la casa del futbolista, cuando menos hubo un ‘final feliz’.
