El U.S Bank Stadium abrió sus puertas para recibir a los Giants de Nueva York en el Monday Night Football de la cuarta semana de NFL.
La línea local sigue completamente invicta a pesar de no contar con su Quarterback estrella Teddy Bridgewater y aún sin tener una gran ofensiva, pudieron derrotar sin dificultad alguna a los Panthers de Carolina y a Packers de Green Bay.
Cuando el paso perfecto de los Giants terminó en su último encuentro, al perder frente a los Redskins casi en el fin del partido con una gran jugada de Jamison Crowder recibiendo un lanzamiento de Kirk Cousins, el agrupamiento de Nueva York quiere salir bien librado de Minnesota para remontar y liderar a su conferencia.
No obstante, hay que resaltar que en los primeros juegos la defensa característica de Vikings se ha hecho presente para cambiar el paradigma ofensivo y conseguir las victorias.
Minnesota Vikings 24 – 10 New York Giants
Justo cuando todos esperaban una gran participación de los Giants, el equipo local acabó con cualquier aspiración. En los primeros minutos de juego el equipamiento visitante estaba muy desorientado. Harris tuvo un balón suelto tras una patada de despeje y los Vikings no supieron perdonar. De la mano de Matt Asiata, aprovechó el error defensivo y se hizo con la primera anotación del partido. Ya en el segundo cuarto, Kyle Rudolph aumentó la ventaja al encontrar un balón de Bradford.
Apesar de lo que se veía por los Vikings, antes de finalizar el primer tiempo el honor de los Giants pudo dejarles unos modestos tres puntos, pues un gol de campo de Josh Brown pudo recortar el marcador a su causa y para el descanso quedaban en 14 – 3.
Parece que la concentración de Ben McAdoo en el vestidor no salió bien, pues empezando la segunda parte los de Nueva York no podían sacar a la férrea defensiva de Minnesota, que aprovechaba esa situación para jugar a la ofensiva de manera brutal.
Muchos de los pases de Eli Manning fueron interceptados por la gran línea de Rhodes y compañía, quienes siempre ponían la ventaja una y otra vez para ellos mismos.
De esta forma, los Vikings consiguieron la tercera anotación cuando Blair Walsh supo acarrear el ovoide por 44 yardas. Los Giants no reaccionaban y les estaba costando caro. Jerick McKinnon se encargó de vapulear a su rival y, salvo por el touchdown de Orleans Darkwa, el equipo neoyorquino jamás quiso meterse de lleno al partido.
Fue una gran actuación de Minnesota, que le da seguidilla de cuatro victorias en la presente campaña y que deja un buen sabor de boca ante el cierre del Monday Night Football.
***Fotos Getty Images
