Mañana 26 de septiembre de 2015, se cumple el primer año de la desaparición de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa y se ha convocado a una gran manifestación que partirá de distintos puntos de la capital.
Esta es la principal razón de la marcha, pero no la única. Desgraciadamente, el gobierno de nuestro país en todos sus niveles, nos ha dado una gama inmensa de razones por las cuales estar indignados.
Mañana no sólo marchamos por 43, marchamos por todos los mexicanos que hemos sufrido injusticias en todos sus ámbitos.
De acuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública, en México se tiene registro de casi 26 mil personas desaparecidas. 26 mil familias que no saben dónde están sus hijos, sus hermanos, su padres, madres, hijas o esposas. ¿Desaparecidos por el crimen organizado, la policía, el ejército, alguna otra autoridad? Desgraciadamente todas esas opciones son viables.
Desde el 2006, la guerra contra el narcotráfico ha dejado más de 120 mil muertos, y es difícil creer que todas estas muertes son relacionadas al narcotráfico. Existen miles de víctimas colaterales, que lejos de encontrar justicia, se encuentran con un gobierno que justifica el crimen tratando, con un discurso simplista, que insiste en afirmar que todas las víctimas “andaban en malos pasos”.
El reciente caso de la Narvarte donde un foto-periodista y una activista social fueron amenazados por el Gobernador de Veracruz y escaparon del estado, pocas semanas después aparecen ejecutados junto a otras 3 personas. Hasta el día de hoy, no se sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó y sobre todo, si existe responsabilidad alguna por parte del Gobierno de Veracruz.
De acuerdo al informe Estado de Censura, presentado por Articulo 19, en el 2014 se documentaron 326 agresiones contra periodistas, es decir una cada 26.7 horas, duplicando la cifra que se registró durante el gobierno de Felipe Calderón. En la administración de Enrique Peña Nieto 11 periodistas han sido asesinados.
Lo más grave, según el informe, es que el 48% de las agresiones contra periodistas las cometió algún funcionario público.
La impunidad con la que se opera en el país es vergonzosa. La matanza de Acteal, el asesinato de Digna Ochoa, la muerte por negligencia de 49 niños en la Guardería ABC, la exoneración de Raúl Salinas, la masacres de Tlatlaya, Tanhuato, Villas de Salvacar, Aguas Blancas,San Fernando y muchos muchos más siguen vigentes en nuestros días y a pesar de que hay nombres y apellidos, en la mayoría de los casos no hay un sólo detenido.
Existen al menos 10.7 millones hogares en los que al menos un miembro de la familia ha sido víctima de un delito, según informes del INEGI. Es decir, casi el 40% de los hogares mexicanos. InSight Crime señala que las cifras podrían ser mucho más altas que las que reflejan las estadísticas oficiales de México, tomando en cuenta las personas que deciden no levantar denuncia alguna. De acuerdo con los datos del grupo, el 90% de los crímenes cometidos en 2013 nunca fue reportado.
La casa blanca de EPN y la casa de Videgaray fueron objeto de investigación… del mismo gobierno. Obviamente los resultados de dicha “investigación” indicaron que no existe conflicto de interés cuando un funcionario realiza transacciones con una empresa, que casualmente es uno de los proveedores más activos del mismo gobierno.
Por los miles de ‘presuntos culpables’ que injustamente están presos en las cárceles de nuestro país, gracias a ineptitud, ineficiencia, corrupción o manipulación de las investigaciones. Tal vez el caso más reciente que nos exhibe la forma en la que opera la justicia en nuestro país, es la siembra de un arma que realizaron elementos de la PGR a Paulo Diez, abogado de Infraiber, empresa que ha destapado los escándalos de corrupción entre OHL por la construcción del Circuito Mexiquense.
El día de mañana has que eso cambie, todas nuestras voces al unísono clamando justicia. No más, no menos. No por un sólo hecho, sino por todo lo que está mal en el país, porque si no nos unimos y gritamos nuestro descontento, nuestro país se va a seguir hundiendo.
Todos tenemos una razón real para marchar mañana, ¿cuál es la tuya?