Westworld terminó su primera temporada en HBO y lo hizo rompiendo récords: al sumar todos los servicios que proporciona HBO, el total de la noche es de 3.6 millones de espectadores.
En sus primeros diez capítulos, ¡acumuló 12 millones de pares de ojos en todas las plataformas! Esto es más que cualquier primera temporada en la historia de las series originales de HBO, incluidas Game of Thrones y True Detective.
Westworld regresará con una segunda temporada, aunque todavía no hay un anuncio oficial de la fecha exacta.
Pero ¿de qué se trata Westworld y por qué tanta gente la vio?
Pues nada más imagínense esta trama: Westworld es algo cercano a un parque de diversiones que remite al Viejo Oeste en varios sentidos: desde los propios escenarios que lo conforman, hasta lo que está permitido hacer dentro de ellos. En términos generales parece un viaje en el tiempo, aunque en realidad nos sumerge en un mundo prefabricado por científicos y administrado por publirrelacionistas y guionistas medio pervertidos.
Ahora, no se puede tener acceso a este parque sin ser absurdamente rico; pero el dinero que se paga por estar ahí vale hasta el último centavo. ¿Ustedes no invertirían en pasar una noche loca en alguna cantina perdida en el desierto? O, ¿en ir tras la cabeza de uno de los más buscados del estado, usando la violencia que fuera necesaria? Ojo: Westworld no ofrece una realidad virtual: de hecho, convives con “gente” que está convencida de que está en el Viejo Oeste. Y puedes golpearla, asesinarla, besarla o lo que se te ocurra; en teoría, sin los dilemas éticos que esto conllevaría en el mundo real…
Aunque HBO ya ha recibido críticas por el uso explícito de escenas llenas de sexo y violencia que muchas veces no tienen una justificación narrativa, con esta serie tiene una excusa un poco tramposa para lo que presenta: los personajes que habitan Westworld no son estrictamente humanos. Son maniquíes que más o menos piensan y sienten, programados para llevarle la corriente a los clientes adinerados que visitan el parque; vaya, ni siquiera están conscientes de que no son humanos.
Son tantas las escenas “fuertes” que involucran a los habitantes del pueblo fabricado, que la agencia de casting de la serie hasta tuvo que pedir a los extras que firmaran ciertas cláusulas antes de empezar el rodaje. Por supuesto, todo empieza a ponerse interesante cuando estos autómatas empiezan a despertar de su programación… ¿Qué no aprendimos nada de Skynet?
Detrás de esta apuesta de ciencia ficción de HBO están Jonathan Nolan –hermano de Christopher– y Lisa Joy. Uno de los productores ejecutivos es nada menos que J. J. Abrams. La serie está basada en una película de Michael Crichton, a quien tal vez recuerden porque escribió Jurassic Park.
¿Necesitan más motivos para entrarle a Westworld?