Con el auge del internet, los medios y la cantidad de información que manejamos en esta época, parece más común que nada que nos distraigamos con cualquier cosa. Y en ese sentido, el ‘síndrome del amaro’ es una de las tendencias más marcadas que tenemos.
Achis, achis… ¿síndrome del amaro? ¿Ya habían escuchado ese término? Apostamos a que varios sí, aunque posiblemente la mayoría no. Suena interesante, ¿verdad? Bueno, pues aunque no lo crean, esta onda es más común de lo que creen y acá, les explicamos de qué va eso.
¿Qué es el síndrome del amaro?
El concepto del síndrome del amaro, para empezar, ya tiene sus añitos circulando, pero poco se ha hablado de él. El término se ‘popularizó’ –o al menos se dio a conocer– gracias al catedrático y psiquiatra español Enrique Rojas Montes, quien lo estableció como un fenómeno de la conducta humana ligado a nuestra fijación con la vida privada de la gente famosa.
Pero para ser más específicos: “el síndrome de amaro consiste en la tendencia enfermiza a convertir la vida privada rota en espectáculo para distraerse o pasar el tiempo o matar los ratos muertos”, decía Rojas en una publicación de la ABC del año 2004.
Y uno podría decir “ah, entonces solo es el gusto que algunas personas tiene por el chismecito”, pero es más complejo que eso. La principal característica de este fenómeno es que la gente quiere, en un nivel consciente o inconsciente, saber que la vida de las celebridades está a la deriva, cayéndose a pedazos.
Los motivos del síndrome del amaro
En una época como esta, donde las redes sociales juegan un papel importante respecto a cómo consumimos la información y qué tipo de data escogemos consumir, el concepto del síndrome es bastante interesante. Pero su trasfondo, según Enrique Rojas Montes, es un poco más desalentador en realidad.
“El amaro es el deseo de conocer la vida de los famosos rota, deshecha, porque cura las herida de la propia vida… Entonces, la gente se divierte con juguetes rotos de vidas ajenas que han saltado por los aires. Ello traduce un fondo enfermizo de la sociedad“, dice Rojas Montes en una entrevista que le realizó la periodista Magdalena Ossandón.
La analogía con la planta del amaro
Y ahora, veamos de dónde toma su nombre el llamado síndrome del amaro… Todo se debe –valga la redundancia– a la plata del amaro, la cual crece en zonas secas y pues no es como que huela muy bonito que digamos. Eso sí, a diferencia de su olor, su forma es más llamativa y sus colores son más agradables. Se ve bonita pero huele gacho,
Y como dato curioso, se utiliza en pomadas como un método de curación para lesiones en la piel. He ahí la analogía: es una planta nauseabunda con propiedades curativas, justo como lo es, según la teoría del psiquiatra mencionado, la obsesión de la gente con la vida de los famosos para aliviar las heridas propias.
Bastante interesante este concepto del síndrome del amaro, ¿no lo creen? ¿Están de acuerdo con lo que ese fenómeno describe? Es difícil saberlo, pero tal vez, con la cantidad de atención que se le dan a ese tipo de rollos del amor de los famosos, no suena tan descabellada esta teoría. Pásenle a nuestra sección Geek para conocer otro tipo de teorías así de interesantes.