¿Pensando en cambiar de computadora? Después de todo, tal vez no sea tan mala idea, y es que un informe publicado por The Register afirma que todos los procesadores de Intel fabricados en la última década podrían tener un enorme fallo de seguridad, el cuál facilitaría el acceso de los hackers a nuestros dispositivos con cierta facilidad.
Y es que, este fallo, abre las puertas a que un malware pueda leer las áreas protegidas del Kernel (que básicamente es la primera capa de software, en donde se administran los drivers que controlan todos los componentes del hardware como el monitor, cámara, bluetooth, memoria, USB, Wi-Fi, Audio, Carga, CPU, etc.) permitiendo acceso a información sensible, como passwords, contraseñas y archivos protegidos, pero por si esto no fuera suficientemente grave, resulta que el fallo depende directamente del procesador y no del sistema operativo, puesto que se trata de un error de diseño que no puede ser arreglado con una simple actualización, por lo que ahora, los propios sistemas operativos como Windows, Linux y macOS están trabajado en actualizar su kernel, lo cuál podría hacer más lentas nuestras computadoras hasta en un 30%, lo cuál sería brutal para cualquier computadora.
Por el momento Intel no ha emitido una postura oficial, por lo que se desconoce el alcance de este fallo, pero si tomamos en cuenta la popularidad de los procesadores de Intel, es muy probable que este problema termine afectando a un buen número de computadoras que se han vendido en los últimos años, y sobre todo, se teme que este error pueda afectar también a los servidores de los gigantes de la nube, como Amazon, Microsoft o Google.
Mientras tanto, Windows y Mac parecen trabajar ya en un parche que pueda proteger a nuestros equipos, y por ahora sólo nos queda rezar, para que la solución no termine por afectar tanto como se teme.