Hoy en día, uno de los mayores riesgos de comprar un videojuego en las primeras semanas de su lanzamiento, es el encontrarse con buggs y glitches que destruyen por completo la inmersión de estos mundos. Desde personajes que desaparecen y aparecen a voluntad, hasta el hecho de atravesar las paredes y peor aún, el piso, cayendo en un abismo si fin.
Una de las compañías que más se ha caracterizado por incurrir en esto, es Ubisoft, quienes por querer sacar a “tiempo” sus juegos, llegan a lanzar productos que es obvio que aún no están terminados al 100%:
Claro, estos no son los únicos e incluso juegos tan populares como la serie Arkham de Netherrealm Studios, llegan a estar plagados de glitches:
Y por supuesto, esto no es cosa de los juegos de las nuevas generaciones, ya que desde las épocas del Nes estos errores han existido, solo que a diferencia de los tiempos modernos, la única forma de corregirlos era comprando el juego nuevamente:
Y también están ciertas desarrolladoras que tienen el descaro de sacar producto incompleto, a pesar que ni siquiera han creado lo más básico de su gameplay:
Entendemos que el sacar el juego lo más rápidamente posible es la mejor estrategia comercial que puede haber, sobre todo por la presión que los gamers llegan a poner sobre las desarrolladoras; pero también hay un límite en el número de errores que se pueden cometer y peor aún, cuando los mismos hacen que el juego sea injugable.
En fin, estas razones son lo que hacen que una gran mayoría de gamers se espere hasta un mes para comprar un juego después de su lanzamiento, ya que no solo se han corregido los errores sino que además, el precio del juego ya ha bajado. Pero no podemos negar la sensación de ser de los primeros en tenerlo, es bastante agradable.