Australia podría ser la tierra prometida para la reencarnación de Jesús, o al menos eso es lo que dice un hombre de 53 años identificado como Alan Miller, que asegura ser nada más y nada menos que el salvador.
Alan Miller, habitante del estado de Qeensland asegura ser el mismísimo Jesucristo. En una entrevista que Miller dio a Dailymail, cuenta que después de divorciarse de su esposa en 1997, comenzó a tener recuerdos cada vez más nítidos de su vida de hace 2.000 años.
De acuerdo con el relato del hombre, en 2004 estos recuerdos se intensificaron aún más: “Comencé el proceso de avance hacia Dios de la misma manera en la que lo hice en el siglo I”, dijo el exingeniero de sistemas informáticos. “Sé que soy Jesus es que tengo recuerdos de toda esa vida”, afirmó.
Ok, entendemos que el hombre pueda tener alucinaciones o algunos problemas mentales, pero por si esto fuera poco, hay quien le hizo segunda… Después de su divorcio Alan conoció a Mary Luck, su actual mujer, quien asegura ser María Magdalena. ¿Quéeeeeee?
“Yo tenía una vida en el siglo I y era la mujer de Jesús y aprendía y enseñaba la verdad divina junto a él. Tras su muerte, yo pasé al mundo de los espíritus y tuve una vida ahí”, dijo Mary, al diario inglés y añadió que regresó a la Tierra 1978 cuando nació en Australia.
Actualmente la pareja de “iluminados” organiza seminarios en los que imparten su movimiento espiritual sobre “la verdad divina” y en los que prometen a sus seguidores un contacto personal con Dios. Hay quienes los acusan de formar una secta con más de 20,000 personas que los siguen fielmente.
A pesar de que el hombre está muy seguro de ser la reencarnación de Jesucristo, cuando se le ha pedido que pruebe lo que dice a través de milagros, él se niega por completo alegando que no necesita hacerlo porque él sabe quién es.
“No tengo ningún deseo de demostrar que soy Jesús, sé quién soy. Hay gente que se ha dado cuenta de quién soy y otra gente sabrá quién soy”, dijo Alan Miller, quien además asegura que hay partes de la Biblia que son falsas, “se presume que en el siglo I convertí el agua en vino, pero no lo hice”… ¡uy, así qué chiste!