La Ciudad de México antes conocida como Distrito Federal, cuya población es de casi 9 millones de personas quienes respiran el aire más impuro del país.. El lugar donde no existen las horas pico y donde hay mercados en cada esquina. La ciudad en donde subirse al transporte público es de valientes y conocedores de las más antiguas “mañas”… La capital de las fiestas, de los museos, de los conciertos y de los muchos, MUCHOS lugares que visitar.

Cuando eres de provincia -o mejor dicho: cuando eres de estados que nadie en CDMX ubica en el mapa- y te mudas a la capital, seguramente habrás tenido muchos sentimientos, emociones y miedos encontrados pues, a diferencia de tu ciudad pequeña y tranquila, la Ciudad de México pareciera un monstruo.

A tu llegada seguro descubriste que…

1.- Terror en el metro

Ahora que le agarraste la onda es pan comido, pero seguro que tu primer encuentro con el más famoso transporte de la CDMX no fue nada fácil. 12 líneas, 195 estaciones y un ¡ch…MAR DE GENTE!

Aquí hay tres reglas: Mochila/bolsa al frente, ser ágil y no te detengas en las estaciones peligrosas, mucho menos de noche.

2.- Las horas picos para el tráfico… NO HAY, NO EXISTEN

Acostumbrado a la tranquilidad vial de las ciudades pequeñas, la CDMX podrá parecerte de lo más caótico cuando en sus avenidas más grandes hay carros, autobuses y el metrobús que corren en diferentes direcciones. Además, a determinadas horas del día, ¡las vialidades cambian de dirección! WTF?!

3.- El tiempo también es un mito

Así es. Aquí aplica el “la vida es eso que pasa mientras viajas en el metro”, sobretodo si te tocó vivir lejos de donde trabajas o estudias.

4.- La contaminación

No es que porque seas de provincia eres obligadamente del campo, pero es MUY cierto que la CDMX es una de las ciudades más sucias del país y por tanto, respirar el aire puro de tu provincia será algo que añorarás bastante. Si tienes alergias, no dudes en traer siempre contigo tus pastillitas o cualquier otro remedio.

5.- Vendedores ambulantes

A donde sea que vayas SIEMPRE habrán vendedores ambulantes. Basta que te sientes 5 minutos en el centro de Coyoacán para que, además de chulearte, un número incontable de personas quieran venderte desde paletas hasta dibujos.

Y ni hablar de los que están en el metro… “Mire le vengo ofreciendo 3 cortaúñas por tan sólo 10 pesos… o si lo prefiere también le ofrezco 5 cajas de chicle de menta por 15 pesos. Mire le ofrezco”. Sí, en el tono más chilango que recuerdes.

6.- “Chaaaaaale, mano”

Si ya te hiciste de un buen círculo de amigos por acá, esta frase la habrás escuchado muy seguido. Es, digamos, un distintivo de su amplio y florido léxico.

7.- La (NO) amabilidad

Hay que aceptar las raíces y reconocer que, cuando se es de provincia, dar las gracias, decir por favor y con permiso es un hábito bien arraigado gracias a las madres. Aquí en la CDMX, pese a que existe gente muy educada, el estilo de vida apresurado tal vez sea la causa de que sean pocos los que den las gracias (SorryNotSorry).

8.- TODO ES CARÍSIMO

Vivir en la capital no es cosa sencilla y tampoco barata. El costo por rentar una habitación es igual al que pagarías por rentar una casa de 3 habitaciones, patio y cochera en cualquier otro estado del país. ¡Punto para los de provincia!

¡Vaya! Hasta ir a echar una chela es caro. Mientras que aquí con 100 pesos alcanzas sólo para dos bebidas, en otros estados ya hubieras armado una buena peda.

9.- “¿Cuánto es lo menos, oiga?”

Aunque todo es excesivamente caro, también debes aprender el arte milenario del regateo. Esta será una de las habilidades más útiles si no quieres que te vean la cara y terminen vendiéndote las cosas al doble.

10.- Yep CDMX=Más y mejores películas

Sí, tal vez esto es de lo mejor que la CDMX nos ofrece y es que, lamentablemente para la provincia, a veces las películas más esperadas… nunca llegan a esos lugares. Por eso aquí siempre sorprende ver más de cuatro funciones en cartelera. Triste pero cierto: ¡punto para chilangolandia!

11.- Los tacos

Eso sí, los tacos de la CDMX (con perro o sin perro) son la gloria, pero sin duda alguna su especialidad recae de la manera más suculenta en los de pastor. ¡5 pa’ llevar y con todo!

12.- Las QUE-SA-DI-LLAS:

Sí, sí, sí. Los tacos son buenísimos pero… “¿Tu quesadilla CON QUESO O SIN QUESO?” ¿Es real? No intentamos armar un debate que termine en guerra pero… digan lo que digan, para los de provincia, las quesadillas SIEMPRE llevarán queso. SIEM-PRE.

Hay muchas cosas que cambian, sí, pero lo mejor es adaptarse porque, pese a lo malo, la CDMX es un lugar hermoso.

Si eres de provincia y ahora resides aquí, ¡BIENVENIDO! ¡En esta bonita ciudad hay lugar para todos!

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