Lo que debo de saber

El otoño empieza el 22 y con él regresa la melancolía de ver las hojas caer.

Es inevitable, ayer era primavera y ahora estamos en otoño; una estación que se caracteriza por atardeceres naranjas, las lunas de octubre y por el follaje que va de los árboles al suelo. Vale la pena ser parte del encanto de la temporada y por eso hemos seleccionado cinco viajes de fin de semana para los que quieran ver las hojas caer en este inicio de otoño 2025.

Por fortuna, para todos los que vivimos en la capital, existen muchos lugares asombrosos, a menos de cuatro horas en auto, que nos permitirán contemplar el otoño cerca de la naturaleza y lejos del bullicio cotidiano. Hablamos de pequeños paraísos donde los árboles son grandes, los pájaros cantan y el aire es totalmente puro.

El otoño es una de las estaciones más raras y geniales. /imagen Unsplash

Y es que viajar es una manera estupenda de celebrar la belleza de las estaciones. Solo cuando nos escapamos del caos de la ciudad y nos alejamos del ruido mental. Podemos atestiguar los tiempos de la naturaleza y su manera particular de darnos lecciones sobre paciencia, templanza y libertad.

Inicio de otoño 2025

En 2025, el otoño se inaugurara el 22 de septiembre y se quedará con nosotros hasta diciembre.

Es importante recordar que en este ciclo las lluvias comienzan a disminuir y empiezan a bajar las temperaturas, por lo que siempre será recomendable tomar todas las precauciones.

¿Por qué nos gusta tanto el otoño?

El otoño es algo más que una estación; es en realidad inspiración pura. Ese momento del año, antes del invierno, donde las hojas perennes y caducifolias nos muestran la divinidad de los ciclos y de la trasmutación. Nos enseñan que para poder evolucionar hay que ser valientes y dejar ir.

Esta máxima ha inspirado a lo largo del tiempo a cientos y cientos de artistas, que han encontrado en esta temporada la poesía que hay entre lo que llega y lo que se va, la tristeza de decir adiós a lo que alguna vez fuimos, y la esperanza de renacer como una nueva versión de nosotros mismos.

Un cuadro de los colores del otoño./imagen Wikipedia

Esta sensación rara, guiada por la explosión de colores que se genera cuando se reducen las horas del día, hizo que Van Gogh pintara El viñedo rojo, que el escritor existencialista Albert Camus asegurara que “cada hoja es una flor” y que el poeta inglés John Donne dijera que el otoño era el único momento del año donde se podía observar la gracia.

En lo que se refiere a música, en el tercer movimiento de sus Cuatro estaciones, Vivaldi dibuja el otoño como esperanza pura. Melodías alegres, que celebran las danzas y los rituales que se hacían en los pueblos durante esta temporada. Para él, este ciclo representaba la cosecha y las semillas.

Cinco viajes pequeños para hacer en otoño

Dicho todo lo anterior, y para sentir en el espíritu la esencia del otoño, hemos seleccionado cinco lugares en México asombrosos, donde se pueden ver las hojas caer y podemos celebrar que hay días más anaranjados que otros.

Valle de Bravo

147 minutos de la CDMX

A solo 132 kilómetros de la Ciudad de México, este es un destino que mezcla, de forma fantástica, el encanto de un pueblo de casitas blancas y la naturaleza exuberante de la Reserva Ecológica de Monte Alto, que alberga más de mil árboles, entre encinos, pinos y oyameles. 

Valle es un bosque con pueblo bonito/Imagen Wikipedia

Parque Nacional de las lagunas de Zempoala

A 1 hora y 2 minutos.

Si lo que se busca es una experiencia enfocada en paisajes hermosos, alejados del ruido y del caos, este es el lugar perfecto. Aquí hay siete cuerpos de agua que son recarga de los mantos acuíferos y son tan hermosos que parecen una obra de arte pintada por alguien. Pocas cosas como ver árboles reflejados en los ríos.

Siete ojos de agua hermosos./imagen Wikipedia

Peña de Bernal

2 horas 46 minutos de la CDMX

El tercer monolito más grande del mundo es el pretexto ideal para hacer un paseo entre los espacios bucólicos en la sierra Gorda de Querétaro. Este viaje nos ofrece un poco de todo: naturaleza tupida, vistas de la formación rocosa y hasta un recorrido por Bernal, uno de esos pueblitos plagados de leyendas.

Bienvenidos al corazón natural de Querétaro./imagen Wikipedia

Parque Nacional El Chico

2 horas 30 de la CDMX.

Imaginen un área natural protegida, que fue declarada parque nacional hace poco más de cuarenta años. Además de estar plagado de senderos verdes, en este bosque el otoño se siente por todos lados, en las llanuras, en las rocas volcánicas y en los árboles altísimos que serpentean los caminos.

Pocas cosas como ver el otoño en este bosque./Imagen Wikipedia

Parque Nacional La Malinche

1 hora 56 minutos de la CDMX.

Ubicado entre Tlaxcala y Puebla, La Malinche es uno de los bosques de coníferas más hermosos de México.

En este espacio coexisten seis especies de pinos que perfuman el aire, animales de distintas formas y tamaños, algunos endémicos, y 120 tipos de plantas poco conocidas.

El paraíso entre Tlaxcala y Puebla./iamgen Wikipedia

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