¿Se han imaginado qué hubiera sido de su vida de haber tomado una decisión que dejara una buena lana como consecuencia? Piensen por un segundo en un escenario específico: en 1997 eran jóvenes, no sabían qué hacer con lo que les sobró de varias quincenas y, sólo por las risas, lo invierten en alguna empresa al azar; Amazon, por ejemplo.
En un mundo donde invertiste dinero en Amazon
Actualmente, Amazon posee un precio de 961,35 dólares y un valor bursátil de aproximadamente 466,200 millones de dolarillos, que equivale a 490 veces su precio ajustado posterior al desdoblamiento de acciones. Durante ocho trimestres ha logrado obtener grandes ganancias y parte de eso se debe a Amazon Web Services.
Suponiendo que hace dos décadas -cuando aquella compañía era sólo una librería y debutaba en la bolsa de valores- invirtieron alrededor de mil dólares. Pasan los años y ustedes jamás vendieron sus acciones, así que se dedican a mirar cómo James Bezos y su proyecto se va haciendo más grande en el mercado. Entonces un día despiertan y se dan cuenta de que han amasado casi medio millón en dinero estadounidense.
¡Pensar en las posibilidades es muy tentador!
De acuerdo con lo que dice el índice Standard & Poor’s, si alguno de ustedes se hubiera mantenido fiel a la empresa por 20 años, habría generado un 36% de sus ganancias anuales. Como consecuencia tendrían 155 veces más lana que cualquier persona que invirtió en alguna de las 500 empresas principales.
Podemos apostar que al pensar en esto, muchos de ustedes se vieron lanzándose a una cama llena de billetes o algo así. Pero antes de seguir imaginando tanta belleza, tendrían que tomar en cuenta lo difícil que hubiera sido el tener que mantener dicho valor por tanto tiempo. Sobretodo durante los años en que Internet iba cobrando fuerza y la tienda se enfrentaba a varios competidores (Simon & Schuster, Barnes & Noble, etcétera).
Ahora mismo es muy difícil que una tienda de libros o algún comercio minorista intente hacerle frente. Técnicamente se ha convertido en un gigante invencible.
Muchos van a decir que “el hubiera no existe” y que no sirve de nada estar pensando en lo que sería, en vez de concentrarse en lo que realmente podemos hacer con nuestro dinero. Claro que, teniendo toda esta información en mano, es muy difícil resistirse a la tentación de imaginar una vida con todas las bendiciones que Amazon hubiera hecho posibles.
Se vale soñar de vez en cuando, ¿no?