Lo que debo saber
El Museo Vivo del Muralismo es una manera estupenda de pasar la tarde en compañía de los grandes pintores de México.
Cuando hablamos de museos interesantes, no podemos olvidar El Museo Vivo del Muralismo, un espacio dedicado a difundir la importancia histórica del movimiento muralista que no solo nació en México, sino que floreció en algunos de nuestros recintos más importantes, desde el Palacio Nacional hasta el Hospicio Cabañas en Guadalajara.
Este sitio, surrealistamente bello, alberga poco más de 3 mil metros de obra; un collage de piezas que dejaron los grandes exponentes de este movimiento, nacido a principios del siglo XX. Aquí podremos ver piezas de los grandes de México, desde Diego Rivera hasta la talentosísima María Izquierdo.
Vale la pena destacar que el Museo Vivo del Muralismo está dentro de un edificio antiguo, que en otras épocas se usó como la sede de las oficinas generales de la Secretaría de Educación Pública. La edificación es considerada una de las más hermosas de la Ciudad de México, no solo por sus detalles de cantera y los balcones, sino también por su fachada de estilo neoclásico.
La edificación es tan majestuosa que en 1987 fue declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sin embargo, a pesar de su importancia, el espacio se reservó para funciones del gobierno; afortunadamente, se abrió al público en septiembre del 2024, año en el que se inauguró este museo.
¿Qué ver en el Museo Vivo del Muralismo?
Un recorrido a este museo significa un viaje a una historia particular de la CDMX. Cuando Vasconcelos fue el encargado de la SEP, decidió habitar una de las tantas casonas del Centro Histórico.
A su llegada, sintió la necesidad de que el espacio transmitiera la identidad mexicana y fue así que invitó a Diego Rivera a participar en la decoración del lugar.
Una vez a cargo, Diego convocó a sus amigos y entre muchas manos dibujaron en las paredes una procesión de situaciones cotidianas, héroes, leyendas y consignas, para que todos los visitantes comprendieran la esencia de ese nuevo México que había nacido tras la Revolución; un país de luchas y contrastes, en el que la educación, laica, gratuita y obligatoria, era la base del futuro.
En ese sentido, una visita por el recinto significa contemplar más de 3 mil metros cuadrados de murales, distribuidos en al menos doce salas diferentes.
En cada lugar hay obras asombrosas de pintores enormes como David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, Roberto Montenegro, Luis Nishizawa, por solo mencionar a algunos.
Ver los murales es poesía simple; estudiar los colores y entrar en cada historia debe ser de las mejores cosas que se pueden hacer en la Ciudad de México.
Lo hermoso del museo es que, además de las obras de arte, hay decenas de actividades, como visitar la antigua oficina de José Vasconcelos o consultar un libro en la biblioteca recién inaugurada.
Asimismo, es altamente recomendable tomar un café en el patio y pasar la tarde entre los murales y esa vibra especial que tiene el Centro Histórico. Ahí entre la cantera y los balcones bonitos, la vida se sentirá mejor.
Breve historia del muralismo
El muralismo es algo más que uno de los movimientos artísticos más importantes de principios de siglo XX; es una manifestación cultural, una parte de nosotros, una manera de pintar todos los Méxicos que es México.
De acuerdo con los historiadores, el muralismo nació como resultado de la Revolución Mexicana. Su misión era impregnar en el arte las bases nacionalistas que el país necesitaba tras el movimiento armado; se quería forjar una identidad lejana a los cánones europeos.
Desde sus primeros días, el muralismo pretendía sacar el arte de las élites y los museos, para que la gente se apropiara de él. En ese sentido, tenía como consigna ser accesible para todo el pueblo; por eso sus mensajes siempre eran didácticos y estaban relacionados con la historia, la justicia y la igualdad.
El muralismo nació en los gobiernos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles; sin embargo, adquirió notoriedad gracias a José Vasconcelos, el primer secretario de Educación Pública, cuya visión era erradicar la analfabetización a través de la cultura y el arte.
Los máximos exponentes del muralismo son conocidos por todos: Rivera, Siqueiros y Orozco; no obstante, a lo largo del país, cientos y cientos de artistas siguieron el ejemplo y se formaron en esta técnica. Gracias a este movimiento, las y los artistas del país se sensibilizaron y buscaron la forma de meter a México en una obra de arte.
¿Cómo, dónde y cuándo?
Dirección: República de Argentina 28, Centro Histórico
Horarios: De miércoles a lunes de 10:00 a 18:00 horas.
Entrada gratuita.
