Este 2022, los premios Emmy registraron una tanda de nominaciones históricas gracias a El juego del calamar, la primera serie no hablada en inglés que recibió la máxima mención en la categoría de Serie de Drama. Al final, de las categorías principales, esta serie de Netflix se llevó Mejor Dirección (por el primer episodio) y Mejor Actor para Lee Jung Jae. AQUÍ los ganadores.

Si bien no se llevaron el principal galardón, la llegada de esta producción surcoreana a los Emmy marca un antes y un después en la televisión con un reconocimiento, formal, de la calidad frente al éxito desmedido de los dramas coreanos. Dos años antes, ya lo había logrado Bong Joon-ho con Parasite en los premios Oscar para la industria del cine.

Y sin duda, el k-pop con las boy bands más exitosas en la actualidad, habían tomado la industria de la música, y es justo decirlo, de las redes sociales. ¿Pero cómo sucedió esto, cuál es la idea detrás de cada producto y obra surcoreana y por qué apenas es el inicio de todo?

Aquí el resumen con TODO lo que sucedió en los Emmy 2022
Lee Jung-jae recibe el Emmy a Mejor Actor por ‘El juego del calamar’. Foto: Getty.

El hallyu o la ola coreana

Año con año, atletas de alto rendimiento se preparan para llegar a las Olimpiadas, la máxima competencia deportiva en el mundo. Años de preparación, miles de entrenamientos, un montón de sudor y lágrimas, victorias y ensayos fallidos que los llevan a una partida que podría culminar en una medalla y el podio. Todos ellos en representación de un país.

Esta misma lógica es la que se aplica para aquellos artistas que entran a SM Entertainment, la compañía surcoreana que, se dice, inventó el concepto de k-pop gracias a Lee Soo-man. Aquellos que son reclutados por la agencia, tienen en mente una misma cosa: representar a Corea del Sur.

 Soo-Man Lee, fundador de SM Entertainment
Soo-Man Lee, fundador de SM Entertainment / Foto: Getty Images

Así es como los artistas son entrenados no sólo para que crezcan las habilidades musicales de canto y baile (o desarrollarlas desde cero), sino para que aprendan otros idiomas y construyan una personalidad que pueda conectar con todo tipo de audiencias entre conciertos, lives y convivencias constantes con los fans.

¿Funciona? De maravilla. El k-pop en los últimos 10 años, se ha convertido en un fenómeno global que, actualmente, genera unos 5 mil millones de dólares. Pero lo increíble del k-pop no es el éxito en sí mismo con base en un proceso largo de entrenamiento, sino cómo ha llegado a una cima a pesar de las barreras del idioma, la idiosincracia, incluso la percepción de belleza.

Esta misma premisa se lleva a cada una de las industrias que forman parte de la hallyu o la ola coreana que ha dominado el mundo en la música, pero también en el cine, la televisión, la comida hasta la industria de la belleza. Así que por acá nos vamos por partes.

El k-pop

Como mencionamos, de unos 10 años para acá, el k-pop se convirtió en un fenómeno. Pero el género como tal dio sus primeros pasos en la década de los 90 con una banda conocida como Seo Taiji and Boys, la cual mezclaba algo de hip hop con rimas en coreano.

La mezcla de sonidos, influenciados por países como Estados Unidos, Japón o el Reino Unido, siempre estuvo presente en la música pop surcoreana, pero con Seo Taiji fue la primera vez que se hizo una inmersión total haciendo una crítica social, pero sin dejar de entretener y divertirse.

La idea del “idol”, pero ahora coreano en vez de japonés, surgió en un mercado que intentaba copiar el éxito de esta banda con un toque urbano y juvenil que pronto entendieron podía ser la imagen universal de Corea del Sur en el mundo: hombres atractivos que bailan bien, cantan y tienen personalidades carismáticas entre canciones que no hacen alusión a “malas conductas”.

Seo Taiji and Boys
Seo Taiji and Boys / imagen: Twitter

Con el paso del tiempo, comenzaron a surgir diversos grupos exitosos que sirvieron de ensayo y error hasta que las agencias como SM Entertainment encontraron una manera de entender a las audiencias, y traducir sus deseos en vestuarios, coreografías, peinados, voces, letras.

Fue así como los idols, antes de lanzarse al estrellato, recibían durante años entrenamientos de medios, clases de canto y baile, idiomas (atendiendo a una audiencia en China, sobre todo), y todo lo que los convertiría en un producto listo para lanzarse el mercado con la certeza de que funcionaría mejor que el anterior.

Fue con el nuevo milenio que las agencias, con una fórmula perfeccionada, comenzaron a planear el salto al mercado internacional. Y es justo decir que esta batalla la comenzaron a pelear las bandas conformadas por mujeres, tales como las Wonder Girls.

Psy y el “Gangnam Style”

Fue en el 2011 que todo cambió para el k-pop y el mundo de la música. Ese año, la canción “I Am the Best” de 2NE1 comenzó a sonar en las radios de Estados Unidos. El primer paso, pero el definitivo fue en 2012 con Psy y el “Gangnam Style”.

¿En dónde radica el éxito de Psy a diferencia de las demás bandas y artistas? Psy, un rapero que había estudiado en una escuela de música occidental, cantando en su idioma, se alejó de la imagen perfecta del idol. Armó un video ridículo y utilizó un paso de baile gracioso.

“Gangnam Style” se convirtió en el primer video en YouTube en alcanzar las miles de millones de reproducciones, y de 2012 a 2017, fue el video más visto de la plataforma. Lo interesante es que la audiencia de occidente se rio con Psy, se interesó por Corea del Sur, descubrió de lleno la figura del idol (bella en comparación con Psy), y cayó rendida ante la perfección.

PSY en 2022
PSY en 2022 / Foto: Getty Images

A partir de ahí, el camino ya es conocido con bandas como Blackpink y la mayor agrupación de k-pop que se ha visto, BTS. Esta segunda banda se convirtió en un fenómeno en 2017, y al año siguiente, colocó sus dos discos en el puesto número 1 de los charts en Estados Unidos, el Love Yourself: Tears y Answer.

BTS apareció en la revista Times, fueron a la Casa Blanca, han sido entrevistados por varios conductores de talk shows, generan tendencias diario en redes sociales… ¿Lo malo? Que aún así, el k-pop se mantiene en un estante distinto del resto del pop. Peldaños más arriba, pero en otro estante.

Los k-dramas

Actualmente hay un pico en el consumo de producciones para el cine y la telvisión, sobre todo esta segunda, que vienen de Corea del Sur. Los famosos k-dramas que nos muestran personajes estéticamente perfectos en condiciones graciosas y bonitas, pero no por eso menos emocionales.

Pero la industria surcoreana del entretenimiento lleva ya varios años tomando por sorpresa al resto del mundo. Fue en la década de los 90, de nueva cuenta, que la comunidad de Corea del Sur notó que lo más redituable no estaba en exportar autos o tecnologías, sino artistas e historias.

Imagen de 'Una joya en el palacio'
Imagen de ‘Una joya en el palacio’ / Imagen: Viki

Fue así como dejaron de lado la censura, abrieron su comercio fílmico y televisivo, comenzaron a invertirle. De acuerdo con algunos artículos, el gobierno de Corea del Sur se puso la tarea de levantar la industria al invertir buenas cantidades de dinero para la infraestructura, de manera interna.

Y del otro lado, encontramos a las empresas privadas que también le metieron lana con vistas para ser exitosas fuera de Corea. Y así fue como surgieron los primeros k-dramas exitosos.

El mercado de China

Ahora bien. Necesitamos hacer una anotación aquí, pues antes de que los k-dramas llegaran a Occidente, primero debían conquistar el mercado chino, el más importante para Corea del Sur. Era simple. Si triunfaban en las audiencias masivas de China, la posibilidad de arrasar con el resto del mundo sería más sencilla. Y así fue.

Cuando China solicitó contenidos internacionales, Japón se quedó atrás a partir de su crisis económica y su mala relación con China. Estados Unidos tenía contenidos hasta para aventar, pero los valores no coincidían con la sociedad china (y siguen sin coincidir). ¿Y quién alzó la mano frente a una idea de globalización?

Hallyu o la ola cultura de Corea del Sur
‘Jiltu’, el primera k-drama exitoso en China. / Imagen: Twitter

Corea del Sur estuvo ahí para entregarle lo que quería. Y lo hizo, por ejemplo, con algunos títulos como Jiltu que se televisaron a inicios de los 90. Una vez dominado el mercado en China, se abrieron las puertas para el resto de Asia. Fue así como se estrenó Sonata de invierno, el k-drama más popular y exitoso de aquellos años, que dominó la televisión de los japoneses también.

Los k-dramas fueron tomando más espacios fuera de Japón y China, aumentando sus apuestas en temas de producción. Con tanta atención sobre estas historias, era obvio que el resto del mundo voltearía a ver. Y finalmente todo cambió con Una joya en el palacio que llegó a países como Arabia Saudita o Qatar. ¿La clave del éxito? Es justo decirlo, pero es que se trata de contenidos sumamente amigables que no muestran violencia ni sexo.

K-drama y las telenovelas

México es uno de los países que más exportan producciones para la televisión en el formato de telenovela. Intensos y largos dramas donde el bien triunfa sobre el mal y se cierra la historia con un “felices para siempre”. Nos lo sabemos de memoria y Latinoamérica es conocido por esto.

¿Cómo fue que Corea del Sur triunfó de este lado? Las telenovelas y los k-dramas no podían competir, pues a pesar de sus fuertes cargas emocionales, similares a las de las telenovelas, dieron un vistazo a la idiosincracia y las costumbres de un país que poco conocíamos. Y no sólo eso. Mientras las telenovelas le entran al drama y la comedia, los k-dramas exploran otros géneros que van desde la ciencia ficción hasta el horror.

El streaming y el Juego del calamar

Los VHS y los DVDs ayudaron a los k-drama a alcanzar una audiencia aún más grande. Se sabe que Latinoamérica se convirtió en uno de los mercados más grandes, y en concreto, México fue uno de los que más consumieron los k-dramas.

Pero fue la era del streaming la que aumentó las apuestas y nos ha llevado a a este punto máximo en esta parte de la hallyu. Por ejemplo, Netflix invirtió en producciones de Corea del Sur, por primera vez, en 2018, y un año después estrenó su primera serie original titulada Kingdom, un drama zombie.

WTF!? Hombre es sentenciado a muerte en Corea Del Norte por contrabandear copias de 'El juego del calamar'
Imagen de ‘El juego del calamar’ / Foto: Netflix

Con los años, los k-dramas apostaron por historias más arriesgadas, y es justo decirlo, que funcionaran más en Occidente, apegándose a algunos parámetros de la televisión estadounidense. Pero fue esa apuesta la que nos llevó a ver algo como El juego del calamar.

Esta serie costó poco más de 20 millones de dólares, pero por el total de horas acumuladas y demás, su recaudación se calcualría en 900 millones. ¡Una locura! Es, sin duda, la serie más vista en la historia de Netflix, viéndose beneficiada por la conversación en redes sociales.

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En 2017 entré a Sopitas.com donde soy Coordinadora de SopitasFM. Escribo de música y me toca ir a conciertos y festivales. Pero lo que más me gusta es hablar y recomendar series y películas de todos...

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