Como muchos de ustedes saben, las cosas en Game of Thrones no terminaron precisamente bien al final de esta última temporada. Un ejército ENORME de zombies congelados están por hacer su entrada triunfal en el mundo de los vivos y, por si eso fuera poco, ahora su líder cuenta con un dragón para deshacerse de todos los que le caigan mal.
Por otro lado, Jon Snow se encuentra en una lucha por unir a todos los reinos en la batalla contra “una amenaza mayor”. Esto implica tener que formar nuevas alianzas (con ligue incluido), pararse frente a sus peores enemigos para pedir una tregua y además, asegurarse de que su propio reino no se caiga a pedazos.
Puros problemas llegaron con el dichoso invierno, caray… ojalá hubiera alguien a quién echarle la culpa de todo esto. Ya saben, alguien que en cierto punto de la historia hubiera podido dar información vital para cambiar su curso en un instante y así, evitar que sucedieran varios desastres. ¡Alguien como Hot Pie!
Espera un segundo… ¿qué?
Así es, señoras y señores. De acuerdo con lo que abdoOOOO, un usuario de Reddit, publicó recientemente en la web, el simpático cocinero es responsable de los últimos eventos desafortunados en la serie. Su teoría es bastante breve, pero de alguna manera tiene sentido.
“Todo es su culpa, sí no le hubiera dicho a Arya que Winterfell estaba bajo el control de los Stark, ahora mismo Cersei estaría muerta y Jon, junto con su compañía, no hubiera tenido que cruzar el muro por un white walker. Viserion estaría vivo y el muro no hubiera caído. Además, Westeros estaría unido para combatir al Night King”.
La verdad es que sus palabras tienen cierta lógica. Si la hermana más joven de los Stark hubiera ido a darle cuello a Cersei, no se hubiera formado ningún Escuadrón Suicida. Daenerys tampoco hubiera perdido a su tierna criaturita y todos estarían contentos.
Algunas personas nacen para pelear muchas batallas, otras hacen un pay delicioso y sólo los expertos se dedican a divulgar información. Alguien debería explicarle a nuestro muchacho que los chismes nunca dejan nada bueno, sobre todo en una serie que sigue al pie de la letra la ley de Murphy.